Excesivos contactos e información para una mente ajada como la mía. Pero un lujo. Y eso que hice pirola a Ángela Labordeta y a Luis Iribarren, pues era incompatibilidad de horarios, nunca de caracteres.
Zaragoza está viva, muy viva aunque no siempre se note. ¿Viva para qué? Tenemos ideas, proyectos, sabemos reflexionar…, pero no sabemos ponernos de acuerdo.
Hay que cambiar con urgencia la política, debemos entrar los jubilados a tope, a mansalva (yo más no, os lo juro), para que no estemos pendientes de tener sillón para mucho, como quien hace oposiciones. Cuando la política se convierte “en la” profesión se pierde el sentido.
Hay que cambiar con urgencia la política, debemos entrar los jubilados a tope, a mansalva (yo más no, os lo juro), para que no estemos pendientes de tener sillón para mucho, como quien hace oposiciones. Cuando la política se convierte “en la” profesión se pierde el sentido.
Profesión es investigar, reflexionar, construir ideas. Pero gestionarlas y elegirlas debe ser cuestión de los mejores de cada sociedad. Y algo temporal, muy temporal, para que hay intercambio de sabios y de frescura.
Cuando vemos a Zaragoza vacía de soluciones, no es porque no las tenga, es simplemente (y triste, muy triste) porque no nos hemos puesto de acuerdo para tomarlas.
Cuando vemos a Zaragoza vacía de soluciones, no es porque no las tenga, es simplemente (y triste, muy triste) porque no nos hemos puesto de acuerdo para tomarlas.
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