El estado de las pinturas de Claudio Coello en la iglesia zaragozana de La Mantería no ofrece dudas. Es muy posible que ya no sea tarde acudir a reparar, a intervenir, es muy posible que ya sea imposible reparar y restaurar lo que hemos sido incapaces de conservar.
Sé que para muchos zaragozanos incluso les resulte complicado saber en dónde se encuentra esta iglesia barroca, la también conocida como iglesia de Santo Tomás de Villanueva. Así mal vamos. Está en esa plaza pequeña entre la vieja plaza del Carbón y la Droga Alfonso, en el Coso Alto. En la plaza de San Roque antes plaza de la Mantería, en lo que era el inicio del barrio árabe zaragozano.
Entre los años entre 1683 y 1685 el pintor Claudio Coello y su ayudante Sebastián Muñoz estuvieron pintando la totalidad del interior de la citada iglesia que hoy está casi destruida. La mitad de estas pinturas ya se han perdido pues estaban pintadas todas las paredes hasta el suelo y hoy ya la parte baja de estas paredes han perdido su pintura. Solo queda la parte alta y en una condiciones que Heraldo de Aragón ha fotografiado para vergüenza de todos.
Si no conocemos la Iglesia de La Mantería tampoco conoceremos la importancia del artista Claudio Coello, pintor del Rey Carlos II y muy reconocido en todo el mundo. En el Museo del Prado hay numerosas obras suyas. Dicen incluso pero debe ser mentira, que este iglesia zaragozana estuvo considerada como la Capilla Sixtina en Zaragoza, algo similar como San Nicolás en Valencia.