Sé que si me estás leyendo…, eres de Zaragoza, la conoces y te importa cuando menos. Y sé que eres consciente de que estos últimos cuatro años han sido negativos para nuestra ciudad, no siempre por culpa de ZeC. Aunque sí por todo el Ayuntamiento como también por el Gobierno de Aragón, más preocupado en los numerosísimos problemas pendientes del resto de Aragón que de su ciudad motor.
Pero quejarse del pasado no sirve absolutamente para nada.
Si no se notan las necesidades de Zaragoza no sucede nada, sería una buena noticia. Ni serían tantas ni tan importantes las necesidades no cubiertas. Pero observo ciudades vecinas o similares y entonces sí me preocupo pues no estamos logrando los mismos éxitos como ciudad, como sociedad, como motor de un gran territorio. Y por eso es por lo que creo debemos hacer bastante más.
No tenemos definida la Zaragoza del futuro, y eso es lo peor que ahora nos sucede. Los problema más o menos son conocidos y las soluciones también, aunque no seamos capaces de ponernos de acuerdo en resolverlas. Ni en el cómo ni en el cuándo. Pero no tener idea formada de la Zaragoza del futuro sí me preocupa, pues antes de poder edificar ese futuro se necesitan muchos años de preparación, de análisis, de reflexión. Tiempo que estamos perdiendo.
Nuestro Plan de Ordenación Urbana está viejo. Muy viejo, diría yo.
Nuestra Participación Ciudadana lleva 7 años intentándose renovar sin éxito
Nuestros barrios se están envejeciendo sin planificación
No sabemos qué hacer con los Polígonos Industriales urbanos
No nos atrevemos a planificar el transporte urbano, tras estudios sobre estudios
No hemos aprovechado el tirón de la Expo y ahora incluso nos molestan algunas inversiones
Seguimos mirando de reojo al Ebro, aunque hemos mejorado
No creemos en la pacificación urbana, en la peatonalización o en poner orden en el tráfico
No sabemos qué hacer con los Mercados y los comercios de proximidad
Son algunos ejemplos que me van viniendo, pero si queremos más con repasar los programas electorales de todos los partidos, veremos que en el año 2015 diagnosticaron muy bien las necesidades. Pero ninguno ha sabido o podido poner tratamiento. Unos por no poder gobernar por su tamaño, otros por gobernar con zancadillas, otros por no saber entrar a gobernar.
En unos meses tú y yo vamos a tener que decidir. Así que efectivamente, podemos acertar o equivocarnos. Zaragoza nos está esperando.