Cuando convertimos la política en un ejercicio para político, es una actividad solo movida para los intereses de las personas que se mueven en la política, simplemente hemos convertido la política en algo sin valor. Esto, de ser cierto, desde el punto de vista de los que siendo mayores vivimos los años en los que no había política libre, nos parece un gran error y un peligro del que no se sale sin heridas profundas.
Aragón está al albur de Madrid. Esperando a Madrid. Otra vez más. En Aragón no tendremos gobierno hasta que no lo haya en Madrid. Los aragoneses deben saber que Aragón es un pequeño apéndice de la realidad política de Madrid, pero no para beneficio de los aragoneses, sino para negociar entre madrileños.
Entre lo malo y lo peor para Aragón, los propios aragoneses nos vamos desafectando de la poca política que conservamos dentro. Y no será por que no se avisa desde todas las posiciones posibles e imposibles.
