La plaza trasera del Teatro de las Esquinas, es un pequeño remanso de calma y silencio entre avenidas con mucho tráfico. Una de esas estampas zaragozanas que nos lleva a otras ciudades sin salir de nuestra Zaragoza. Arte urbano que va cambiando y siempre de una cierta calidad, que contrasta con los jardines abandonados.
Pero lo curioso de esta plaza es el hermoso edificio del fondo, el de las cristales, el del SALUD. Los que son de la zona saben que las vallas de obras parecen ir con el diseño del propio edificio pues están "de siempre". Cosas curiosas del urbanismo público.
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