Quienes padecen la ciudad del futuro, pesadilla del presente, no asisten estupefactos al incendio de las zarzas a 60 grados reverberantes. Ningún mensaje para ningún Abraham, viven insertos en la aberración sin cuestionarla.
En las antípodas de Montreal, el personal multirracial se refugia en sótanos, pasadizos y centros de negocio con poco ocio dignos de Ridley Scott. La vida pasa, por oposición a la calle, entre espacios cerrados escriturados por otros, ni siquiera personas físicas. Fondos de inversión replicantes.
Porteros automáticos, ascensores impolutos de última generación, trenes eléctricos o imantados activados en Scalextric por control remoto… hacen las delicias de los paletos 4.0, trasladan y engullen a oleadas de esclavos del extremo oriente musulmán o cristiano.
La playa es una negación abrasadora, el mar un horizonte de calima de arena atormentado.
Dobles turnos se suceden en turnos 12/12, de semanas 24/7 encofrando estructuras de hierro y acero, simultáneamente rematadas por sus bases. Ejemplo perfecto de ¿gestión de gremios?
Ni siquiera cuando Zaragoza triplicó con el éxodo interior del valle del Ebro, su población experimentó ni vislumbró nada semejante. En Emiratos no hay tiempo que perder para la formación de aprendices, tampoco por tanto para que tengan alguna oportunidad de escalada social.
No importa la calidad, no importa la durabilidad, no existe la propiedad en esos no condominios simplemente en régimen de concesión habitacional por 99 años, como los nichos de Torrero.
Cada elemento arquitectónico resuelve con mismidad la garantía de agua y aire fresco. Refrésquese quien pueda. En esa ciudad que todavía contiene una parte de arquitectura concentrada, de sabia acumulación arábiga de edificaciones generadoras de sombra y rematadas con torres para la ventilación mediante pasillos de aire.
Tiene este antiguo puerto el antiguo y deslumbrante nombre de Deira.
Las mejores universidades, clínicas y equipamientos en modo alguno consuelan. Es una batalla perdida por no dada. No se generan oasis con agua desalada. El fruto de su vientre no es bienaventurado. La libertad de expresión es un derecho no fundamental en comparación con la libertad de empresa.
Es el intercambiador del este poderoso, el almacén logístico y contenedor de la emigración paki, africana y filipina semiesclava, podéis quitar el semi… Una ciudad de curry, dátil y yogur líquido…
Ese modelo de crecimiento y servicios privados para que el dinero fluya que quiere exportarse desde Madrid, acusándose de pereza y falta de modernidad a quienes no imiten el modelo segregador…
Sin protección por desempleo posible, expulsados de su economía y devueltos a cada país por finalización del contrato… los maniobreros de los nuevos faraones, sin embargo, se siguen agolpado para entrar. Es su decisión, es el triunfo del liberalismo.
02.07 Luis Iribarren