Nos interesa poco la política, aunque hablamos habitualmente de política con amigos y familiares y admitimos que la situación política de España está entre mal y muy mal. En cambio ha mejorado algo la situación económica que la vemos entre regular y mala.
Sobre los asuntos políticos nos informamos por la televisión, y a bastante distancia por las redes sociales y después por la radio. La prensa tiene una tercera parte de importancia que las redes sociales, para tener una idea más clara. La reina en esto es la televisión con casi tres veces más de influencia en todos los casos.
El principal problema que tiene España es el desempleo y la política con sus fraudes. Aunque si luego preguntan por los problemas de cada persona, los que nos afectan a nosotros mismos, la cosas cambian.
Sigue siendo el paro, las pensiones y los problemas económicos los que se llevan los primeros puestos, para aumenta la sanidad, la calidad de empleo, la educación, problemas todos ellos que superan a ese claro asunto del fraude político.
Tomemos pues nota en Aragón, de que nos preocupa el desempleo, el empleo de calidad, la sanidad, la educación, las pensiones o la inmigración los problemas que mas nos preocupan.
Sobre el 75% dicen que irán a votar son seguridad, aunque este número bajará pues en el último día siempre se falla por diversos motivos. Pero lo analizable es que el 49% todavia dice no tener decidido el sentido de su voto. ¿Y a qué esperamos pues? Lo sabemos, sí, los últimos días son un caldo de cultivo de decisiones de los indecisos.
Podríamos tener alguna sorpresa en relación a los sondeos, pues en Aragón al menos se duda entre votar al PP y a Ciudadanos en un 18% de sus votantes. Eso es mucho. Tengamos en cuenta que tan solo es un 2,7% de votantes que dudan entre el PP y VOX. Según vaya la campaña se aclararán entre los dos partidos de la derecha que van destacados entre los indecisos. Queda claro en el sondeo que la división entre los conservadores al tener tres opciones muy parecidas hace que ninguna destaque claramente, y que poco a poco se vayan decantando hacia una decisión final.
Como también se detecta una posible afluencia de votantes algo mayor que en anteriores elecciones. Se está intentando movilizar al electorado para que no volvamos a caer en situaciones de desgobiernos como sucedió en 2016, con complicadas formas de colaciones poselectorales. Parece volver lentamente el voto útil. Al bipartidismo le quedan días de gloria, pero es cierto que hay dudas de a qué tipo de bipartidismo nos podemos enfrentar, pues entre el PP y Ciudadanos podría haber dudas si algunas de la dos flaquea en la campaña.
Es curioso ver como los aragoneses —incluso diciendo que votan o quieren votar a Ciudadanos,— simpatizan más con Ciudadanos que con el PP, a la hora de responder quién cree que va a ganar, apuntan más al PP que a su propio partido por simpatía. Incluso aunque desearían que ganara Ciudadanos, muchos de ellos dudan sobre quién les gustaría que ganara entre ellos mismos como votantes y el PP. Da la sensación de que más que desear un Ciudadanos fuerte, quieren castigar a un PP que les ha defraudado.
Los aragoneses no vemos bien a Pablo Casado, preferimos como líder de la derecha a Albert Rivera y eso vuelve a poner en tela de juicio el papel del PP en estos meses. Entre los conservadores no se admite la figura de un Pablo Casado que no parecemos entender bien. Yo no opino, pues no soy de esos lares ideológicos, como sabéis.
Somos los aragoneses de centro pero ligeramente escorados a la izquierda, más de extrema izquierda que de extrema derecha. Consideramos a Ciudadanos de Centro, al PP de derechas, a VOX de extrema derecha, a Podemos de extrema izquierda y al PSOE en una situación muy similar a la que como media se consideran la mayoría de aragoneses, un centro izquierda.
No he nombrado a PACMA aunque algunas pinceladas apuntan a una subida, no suficiente, pero sin duda un asentamiento que va ligeramente en aumento en Aragón.
Tomemos pues nota en Aragón, de que nos preocupa el desempleo, el empleo de calidad, la sanidad, la educación, las pensiones o la inmigración los problemas que mas nos preocupan.
Sobre el 75% dicen que irán a votar son seguridad, aunque este número bajará pues en el último día siempre se falla por diversos motivos. Pero lo analizable es que el 49% todavia dice no tener decidido el sentido de su voto. ¿Y a qué esperamos pues? Lo sabemos, sí, los últimos días son un caldo de cultivo de decisiones de los indecisos.
Podríamos tener alguna sorpresa en relación a los sondeos, pues en Aragón al menos se duda entre votar al PP y a Ciudadanos en un 18% de sus votantes. Eso es mucho. Tengamos en cuenta que tan solo es un 2,7% de votantes que dudan entre el PP y VOX. Según vaya la campaña se aclararán entre los dos partidos de la derecha que van destacados entre los indecisos. Queda claro en el sondeo que la división entre los conservadores al tener tres opciones muy parecidas hace que ninguna destaque claramente, y que poco a poco se vayan decantando hacia una decisión final.
Como también se detecta una posible afluencia de votantes algo mayor que en anteriores elecciones. Se está intentando movilizar al electorado para que no volvamos a caer en situaciones de desgobiernos como sucedió en 2016, con complicadas formas de colaciones poselectorales. Parece volver lentamente el voto útil. Al bipartidismo le quedan días de gloria, pero es cierto que hay dudas de a qué tipo de bipartidismo nos podemos enfrentar, pues entre el PP y Ciudadanos podría haber dudas si algunas de la dos flaquea en la campaña.
Es curioso ver como los aragoneses —incluso diciendo que votan o quieren votar a Ciudadanos,— simpatizan más con Ciudadanos que con el PP, a la hora de responder quién cree que va a ganar, apuntan más al PP que a su propio partido por simpatía. Incluso aunque desearían que ganara Ciudadanos, muchos de ellos dudan sobre quién les gustaría que ganara entre ellos mismos como votantes y el PP. Da la sensación de que más que desear un Ciudadanos fuerte, quieren castigar a un PP que les ha defraudado.
Los aragoneses no vemos bien a Pablo Casado, preferimos como líder de la derecha a Albert Rivera y eso vuelve a poner en tela de juicio el papel del PP en estos meses. Entre los conservadores no se admite la figura de un Pablo Casado que no parecemos entender bien. Yo no opino, pues no soy de esos lares ideológicos, como sabéis.
Somos los aragoneses de centro pero ligeramente escorados a la izquierda, más de extrema izquierda que de extrema derecha. Consideramos a Ciudadanos de Centro, al PP de derechas, a VOX de extrema derecha, a Podemos de extrema izquierda y al PSOE en una situación muy similar a la que como media se consideran la mayoría de aragoneses, un centro izquierda.
No he nombrado a PACMA aunque algunas pinceladas apuntan a una subida, no suficiente, pero sin duda un asentamiento que va ligeramente en aumento en Aragón.
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