30.4.19

Soy cunero del mejor pueblo del Arte. Repetidlo al mundo entero

Aunque no templé mi corazón con pico y barrena, como todos los que se levantaron en la avenida Cataluña a las 4 y media para hacer ricos a los liberales de misa y nunca sucesión, que el dinero lo ganó mi familia coordinando, porque no era roja y ya pagó por él.

Soy cunero pero no pesebrero y me alegro del no resultado en Jaca de Garcés, que el día de reflexión salía haciendo jogging en el Madrid do pace y do yacerá. A saber qué sabrán sus hijos de la Romería de Santa Orosia.

Sí, soy muy imperfecto, y también con caña, vino y ron me quito las penas. Pero soy barrenero por apellido y porque a mí nada me espanta. Porque en el Aragón interior ya no se puede oír el sonido de ninguna taranta.

De ninguna jota navarra ni ningún corrido, que ya no será muy mentado ni charrasqueado. Juan ahora no podría volar ni hacer nada de lo que dice su copla, le detendrían a la media hora. Sólo por eso seguro que apoyaría a Vox como buen forajido furtivo, conozco el paño y hay que amansar y por eso soy cunero.

Bajo a mi mina cantando, es verdad que por suerte mi madre todavía se queda rezando. Más bien se queda rumiando porque nada lo hace de no corazón. Aunque esta vez actuó y votó porque la situación le sonaba a misa obligatoria, señalamiento de la homosexualidad por la calle y escarnio del que se calla y no se queja. 

Se lo olió muy bien y votó en mucha conciencia, no a favor de nadie porque la gestión de nadie lo merece (el poder no lo tiene Sánchez ni ninguno), sino para evitar que otros se sigan escriturando su país como únicamente suyo, empezando por el nombre. 

Lo van a intentar después de las elecciones porque mecen la cuna… La mía no, soy cunero mientras garbillo y al compás del marro quiero…

Repetirle al mundo entero…


Que el mundo nos sorpasa a todos, que la tecnología nos da alas pero nos hace localizables, que todo el mundo ya es cunero y debe superarse el concepto de empadronamiento y vaciamiento. 

Que se está produciendo un retorno no numérico pero sí afectivo de los jóvenes de 20 a 40 años a sus localidades de origen. 

Más bien porque son vintages debido a que poca gente se traga ya que sucumbir a un crucero, ir una semana a torrarse sin convivir con la miseria de fuera del resort –la España de los 60- o, ni siquiera, hacer aventura programada a golpe de pito tengan ya ningún sentido para educar a esos niños pulcros suyos, que juegan con montones de arena virtual liofilizada y gatos y perros siempre tratados.

Por tanto, la diferencia entre Campo Romanos y Zaragoza o Teruel ciudad no es tanta como nos cuentan para desviar la atención, que es la soberanía alimentaria garantizada por el hombre jardinero. 

Aunque tampoco en eso nos dicen la verdad: el Reino de Aragón podría tener perfectamente un rey o regente que se llamara Purín II o si fuera reina, una Tolva IV a la que casar con un príncipe ¿catalán o asturiano francés de villorrio escaso?

No tengo miedo a morir, aunque me ronde la muerte, porque de orgullo me llena, ser el mejor barrenero de todo el Sistema Ibérico. O al menos, no peor que ninguno.

Ese que mamó oveja, pan con vino, seta de cardo y no boletus, andadas sin coche y se quemó en paisajes abiertos y baños de badina helada, no es cunero. Es un interesado para bien en reivindicar la cultura de Goya y del ternasco, pasión, pulsión pero vida…

30.04 Luis Iribarren

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