10.4.19

Proporciones áureas y gestión de Aragón y Zaragoza

En la vida matemática, que rige tanto la artística y musical, la búsqueda de la proporción o número de oro es lo que funciona. Lo recuerda la exposición “Dalí Cósmico” que estamos pudiendo disfrutar en el Caixa Fórum.

La vuelta de Dalí hacia un Renacimiento cosmogónico, tras la bomba de Hiroshima, inspiró sus ejecuciones durante una larga década. Fue un impacto de electrones que ionizó la punta de su bigote que nunca más necesitó engominar.

La letra fi griega honra a este enorme escultor que reflexionó sobre proporciones llamado Fidias. Ese 1,61 como máximo de relación entre sí de dos segmentos que revela equilibrio, que aparece como proporción divina en el Partenón

Aplicado en el establecimiento de las proporciones y distancias entre fachadas e incluso partes de las mismas en ese canon clásico, referencia ulterior de toda la arquitectura.

El Partenón la goza en su conjunto y también aparece respetada en descomposiciones como en sus frisos o la relación del frontón con el conjunto. 

Posteriormente ha llegado hasta nuestros días a construcciones armoniosas pero innovadoras como en Pabellón de España de la Expo Zaragoza 2018, un bosque sostenible áureo de Pachi Mangado. Una de las grandes vergüenzas de ausencia de proyectos estratégicos que asola la Zaragoza del presente.

Volviendo a la proporción citada, la misma representa el equilibrio que puede advertirse entre las medidas de un rostro ovalado humano, es la que rige el porte de los árboles bellos y la perfección de un huevo de ave. Yo la veo siempre en mis litoneros favoritos, los del parque Bruil de Zaragoza.
Es la que tiene aproximadamente la Comunidad de Navarra.

Es la que empieza a dejar de tener la otrora armoniosa por elíptica ciudad de Zaragoza, que alberga en su casco romano una bellísima proporción áurea multiplicada por dos, que lo dota de elegancia y vivacidad. Un dos en uno.

Si Zaragoza se está yendo de las manos de la Plaza Aragón, según lo verían Leonardo o Dalí, imaginemos ese Aragón donde la influencia áurea de Zaragoza no alcanza a los valles pirenaicos, la Huesca Oriental a partir de Barbastro o la provincia Teruel más allá de Calamocha o de Alcañiz.
Son territorios asilvestrados aragoneses, que esperan poco del Gobierno de Aragón, que gravitan en proporción áurea más bien sobre Pau, Lérida o Valencia.

Y si establecemos la centralidad de Tudela que hemos negado, Cinco Villas y el Moncayo naturalmente se inclinarían hacia la Ribera navarra con pocas opciones para potenciarlas en usos cuaternarios o altamente urbanos…

Si se menciona es porque ya ausencia de oro ya se padece en Zaragoza y Aragón

Es necesaria una Línea 2 del tranvía al 61% del recorrido de la norte-sur, tanto como volver a una proporción que salve al pequeño y mediano comercio en el centro de Zaragoza, tanto como plantearse la situación de abandono de la almendra sobre la que todavía puede influir la capital de esa parte, que no todo, de Aragón.

09.04 Luis Iribarren

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