Era una pequeña hojita con los resultados de fútbol de la tarde, la clasificación y la quiniela. En aquellos años 60 y principios de los 70 no todo el mundo tenía transistor, y por muy poca monedas, se podía hacer con los resultados antes de llegar a casa y esperar el noticiero de la radio.
“Con la victoria del Zaragoza, ha salido la Hoooja, la Hoooja Depóooooortiva, la Hoooja”
La vendían casi niños por las calles gritando todos la misma cantinela, y en un principio se imprimía en una pequeñísima imprenta que estaba en la Plaza de San Carlos, donde el dueño repartía vendiendo a los adolescentes montones de aquellas hojas para que las vendieran por las calles.
La diferencia entre la compra y la venta era el sueldo. Después sé que tras cerrar la imprenta que en un sótano imprimía y distribuía aquella Hoja, la siguió imprimiendo durante un tiempo los talleres de Aragón Exprés y Zaragoza Deportiva en la calle Marcial. Historias viejas.