Hay pequeñas joyas que hablan de nuestra historia, de la capacidad religiosa y también económica de ciertas élites sociales, que convivían con el oro y las perlas, mientras sus vecinos sufrían el hambre y la necesidad más básica. Obviar estos ejemplos es negativo. Debemos conocer la capacidad artística de nuestro propios artesanos y la capacidad religiosa mal entendida de los que gobernaban Aragón desde los poderes de todo tipo.
Esta joya se conserva en Jaca y nos muestra a la Virgen del Pilar dentro de una cruz de un pectoral, que se llevaba escondida debajo de las ropas, pegada a la carne, y que data de mitad del siglo XVI.
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