25.3.17

La Batalla de Zaragoza o de Torrero, de 1710

Veamos un mapa de los alrededores de Zaragoza y sus ciudades más importantes del año 1710, más conocido como el de la batalla de Zaragoza o batalla del monte Torrero, que se libró el 20 de agosto de 1710 en el marco de la Guerra de Sucesión Española.

Tras la derrota en la batalla de Almenara, las tropas españolas leales al Rey Felipe V se retiraron a Zaragoza, a cuyas afueras acamparon. Las tropas aliadas, al mando del general Starhemberg, les persiguieron, de forma que entraron de nuevo en combate el 20 de agosto tras cinco días de escaramuzas.

El ejército borbónico estaba al mando del marqués de Bay, que obtuvo el mando tras la destitución del marqués de Villadarias, derrotado en Almenara. Felipe V se encontraba con sus tropas, llegado desde Lérida, donde tuvo que refugiarse tras la derrota de Almenara.

El ejército de Felipe V ascendía a casi 20.000 soldados, todos ellos españoles. El ejército aliado se componía de unos 30.000 soldados de diversas procedencias, entre los que destacaban unos 14.000 alemanes.

El ejército aliado pasó el Ebro desde la margen izquierda a la derecha sin ser molestado por los españoles y dedicó todo el día 19 y la noche del 20 en desplegarse en el flanco izquierdo donde formó la Caballería catalana y la holandesa, al mando del conde de la Atalaya. En el flanco derecho desplegaron unidades británicas y austriacas al mando de Stanhope. El centro quedó al mando del general Starhemberg.

A las ocho de la mañana de aquel 20 de agosto, comenzaron los disparos de cañón. El rey Felipe V recorrió las filas de sus hombres animando a los soldados. A pesar de los disparos, la batalla de infantería no comenzó hasta sobre las 12:00 horas. La Caballería española cargó con furia sobre la derecha aliada, pareciendo por un momento que iba a decidir la batalla. Pero no fue así; los aliados aguantaron la carga y la infantería anglo-austriaca de Stanhope avanzó apoyado de la Caballería aliada.

El ataque barrió el campo del ejército borbónico, de forma que a media tarde los españoles se hallaban en franca retirada y el general Starhemberg acabó imponiéndose.
El desastre español fue completo. El ejército borbónico perdió 10.000 hombres entre muertos y heridos, y sufrió cerca de 5.000 prisioneros.


El archiduque Carlos entró en Zaragoza el 21 de agosto, donde permaneció cinco días. Como consecuencia de la batalla, todo Aragón quedó bajo control del pretendiente al trono en la Guerra de la Sucesión.

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