13.3.17

Fue Aznar Galindo I el Primer Conde de Aragón?

Dicen algunas historias que Aznar Galindo I (ó Galíndez; apodado el Asinarius, Aznard o Achinard) fue el Primer Conde de Aragón y de Jaca que se recuerde (título concedido por Carlomagno tras conquistar Jaca), gobernando con este título los inicios territoriales de Aragón durante los años 809 al 820, fecha tras la que según parece, su yerno “García I, el Malo” casado con su hija Malona, lo expulsó de sus posesiones como Conde de Aragón, repudió a su propia madre y se emparentó con las dinastías de Pamplona para luchar con ellos a favor de la expulsión de los franceses. Conquistó Jaca (Huesca) al valí musulmán Amrus b. Yusuf, en donde estableció la capitalidad del condado que empezó a denominarse Aragón.

Tras ser expulsado de Aragón, Aznar Galindo I habló con Carlomagno, y este admitiendo de mala gana la pérdida de los terrenos de Aragón, le dió los condados franceses de Cerdeña y Urgel para que los repoblara de nuevas gentes que provenientes de Francia, iban conquistando estas zonas del norte de España. Pensemos que todos estos territorios estaban sin unas fronteras muy claras, y en constantes peleas entre Pamplona, los visigodos de Aragón, los francos y los árabes que subían desde Zaragoza.

Aznar Galindo I que parece ser era indígena y no francés, gobernó durante pocos años el complicado condado de Aragón manteniendo un difícil equilibrio entre los pamploneses, que intentaban abandonar la ocupación franca, los francos que presionaban para seguir avanzando sobre estos territorios, los árabes cordobeses y los Banu Qasí que desde la zona de Zaragoza intentaban no perder su influencia sobre el norte de la península. 

Se cree que murió en el año 839 con algo menos de 70 años de edad, y está enterrado en Urgel. Aznar Galindo I, al ser considerado el primer conde de estirpe aragonesa, es el protagonista de algunas leyendas de los inicios de la Reconquista en Aragón. En Jaca se celebra la fiesta del Primer Viernes de Mayo en la que Aznar Galíndez I es el protagonista.

Aragón era un territorio de paso entre la Francia poderosa y el sur del Mediterráneo, y por eso para Carlomagno era importante tener aquí a un líder que supiera controlar los territorios y sus pocas pero aguerridas gentes nativas. Se utilizaba el río Aragón como eje sobre el que era mucho más fácil cruzar y avanzar hacia el sur.

Eran tiempos en los que Jaca, y los monasterios de San Juan de la Peña (posteriormente también San Pedro de Siresa) eran los puntos más importantes de aquel inicio del Reino de Aragón.

El nombre de Aragón, con su conde Aznar Galindo I (Aragón como testimonio de una agrupación geográfica, que unía a una comunidad humana bajo un mismo gobernante, es de los más antiguos de España.), se cita por vez primera en un documento del año 828; Ribagorza surge un poco más tardíamente, pero siempre antes de las fechas dadas arriba.

Hacia el año 838 Aznar Galindo I, conde legítimo de Aragón aunque el territorio seguía gobernado de hecho por los Belascontes, abdicó en sus derechos sobre Aragón en su hijo Galindo I Aznárez, que recuperó el condado en 844.

Aunque los nombres "Aragón" y "Ribagorza" sirvan desde 828 para designar unas comunidades humanas lo cierto es que unos años antes tales comunidades estaban ya constituidas. Se sabe que el año 809 murió el conde Aureolo, que quizás gobernaba en las tierras del valle de Echo.

También se sabe que en torno al año 800 y bajo la "protección" del emperador franco Carlomagno (768-814) ya estaba organizado el condado de Aragón, que englobaba las tierras de los valles de Ansó, Hecho y Canfranc. Al mismo tiempo en la cuenca del río Noguera Ribagorzana actuaban los condes de Toulouse (Francia) y organizaban dicho valle bajo su dependencia, con el conde Bigón, pasando luego a manos del conde aragonés Aznar Galíndez I, para volver nuevamente (848) a depender de la casa condal francesa.

Estos pequeños condados, de creación como entidades políticas y de control del territorio, se dieron en todo el Pirineo, donde los reyes francos dominaron por medio de sus propios condes sobre todo las comunicaciones, y quienes a veces llegaban a acuerdos y otras veces no, con los nativos de las zonas de influencia. Grandes señores con poder local que tenían que sufrir serios problemas constantes entre sus propias familias, que intentaban apoderarse de los territorios controlados, siempre con luchas fratricidas, pues representaban unos buenos negocios como proveedores de impuestos.

Nota.: Mucho cuidado con todas estas historias viejas, pues no hay completa seguridad de que todos los datos sean reales. No hay suficientes fuentes fiables, y aunque estas son las que más se repiten, podrían salir nuevos datos en posteriores investigaciones.

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