Cerrar una librería es perder libertad, cultura y sobre todo sentido común hacia el futuro. Pero insisto, tranquilos, ni es la primera ni será la última librería que cerrará en Zaragoza. En pocos tiempos nos quedaremos sin librerías, es lo lógico. Sitios donde además de vender libros, se vive la cultura, se habla de ilusiones y sueños, se puede consultar, tocar papel y reír.
Ya digo, las culpas son mías, tuyas no, pero mías si.
Ya digo, las culpas son mías, tuyas no, pero mías si.
¿Qué es un libro? Pues para algunos un sitio donde viven las polillas, un recogedor de polvo, un montón de papel, algo que sirve para decorar. Menos mal que para otros sigue siendo un lugar para soñar o para aprender, para reír o para llorar, para creer que otros mundos son posibles e incluso necesarios.
Cierra Los Portadores de Sueños y cierran los sueños de una ciudad, incapaz de mantener los suyos. Sin ninguna duda un enorme abrazo a todos los que están logrando sobrevivir.
Cierra Los Portadores de Sueños y cierran los sueños de una ciudad, incapaz de mantener los suyos. Sin ninguna duda un enorme abrazo a todos los que están logrando sobrevivir.
Tengo un hermano librero desde hace 46 años, ahora ya intentando vender papel para regalar más que libros. ¿Su futuro? Sí, claro, llegar a la jubilación.
Siempre nos quedará el papel de WC para recordar que hubo una vez que se empleaba para soñar. Y no, la culpa NO ES de Amazón. Joder. La culpa es nuestra.
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