En el Primer Sitio de Zaragoza el Hospital de Nuestra Señora de Gracia primitivo fue bombardeado y casi destruido en su totalidad, por lo que tras el cese de las batallas, hasta el Segundo Sitio y con posterioridad, los heridos se trasladaron al actual Hospital de Nuestra Señora de Gracia, cambiándole el nombre antigua por el que todavía conserva a fecha de hoy.
De este hospital tampoco queda en la actualidad todo el conjunto de edificios del siglo XVII, pero sí una parte de su iglesia y algunos pequeños edificios aledaños, y conservando en las verjas de la calle la frase de : “Domus Infirmorum Urbis et Orbi” o “Casa de los enfermos de la ciudad y del mundo” pues en este hospital se atendía a todos los enfermos que llegaban a él con necesidades sanitarias, vinieran de donde viniera, estuvieran o no empadronados en Zaragoza, generalmente a los más pobres.
Construido el primitivo edificio a finales del siglo XVII y fundado por el Arzobispo Diego de Castrillo, es hoy un hospital de referencia para media Zaragoza, con arreglos importantes y dotaciones modernas en sus instalaciones.
La piel zaragozana que os dejo hoy es un retablo pintado sobre la pared, imitando de alguna manera al que previsiblemente habría en su lugar para contener el cuadro de San Cosme y San Damián, pintado por Asensio de Eleicegui en el siglo XVII para esta iglesia. Estos dos santos representan a los patronos de los médicos y farmacéuticos pues la iglesia siempre ha sido del propio hospital, para enfermos y profesionales de la sanidad, aunque ahora esté abierta al público del barrio unas pocas horas todos los días.
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