Ahora leo que alguien desde una empresa privada quiere potenciar Arcosur como un barrio bien desarrollado lo cual parece un milagro. Y a su vez el PSOE quiere frenar el desarrollo de la zona de Montemolín y San José hacia las huertas, como ha sucedido otra veces con Las Fuentes. Parecería sentido común analizar esto con suma calma, pero dudo tremendamente de ello.
Los intereses tremendamente tramposos de las familias poderosas han ido moviendo ficha durante décadas y en algún momento desearán recoger sus frutos. Y eso lo sabemos todos. Pero… ¿impedir que sus trampillas tengan éxito debe suponer frenar la lógica urbana de Zaragoza?
Es ilógico que Zaragoza siga sin desarrollarse en la zona de Avenida Cataluña, entre la Plaza Mozart y Santa Isabel. Ningún Arquitecto o Urbanista que trajéramos de fuera lo entendería, si solo utilizaba el sentido común. Si se empieza a mirar los bolsillos todo se comprende.
Eso mismo sucedería con Las Fuentes, Montemolín o San José con la zona que va desde Puerto Venecia a la zona de Cantalobos. Tremenda e inmensa zona maravillosa para crear una Nueva Zaragoza natural, verde, esponjada y cercana a todos los servicios que ya están funcionando.
Nadie entendería tampoco que con la inmensa pastilla de Cogullada se siguiere analizado la posibilidad de insistir con el "Fallo" de Arcosur y su deseo de escaparse hacia La Muela.
¿Cuánto lo cuesta a Zaragoza equivocarse en este tipo de decisiones? Lo curioso es que siempre que la ciudad de Zaragoza pierde, hay algunos que ganan.
Y lo más curioso todavía es que mientras todas las ciudades de Europa miran hacia recogerse, hacia sus Centros, en Zaragoza parecemos querer mirar hacia sus afueras más alejadas.
¿Cuánto espacio hay en el Arrabal, en Las Fuentes, en Torrero o Delicias, que necesitarían una reordenación urbana, unas rehabilitaciones profundas?
No tenemos buen servicio con el Aeropuerto, desde la Intermodal no hay un servicio de transporte público hacia el Centro puro de Zaragoza (los turistas no pueden ir a la zona del Pilar), nuestro servicio de Cercanías es un pequeño juguete y lo sabemos pues simplemente hay que compararlo. Pero soñamos con la Zaragoza Metropolitana sin ordenar antes la Casa.
Hay que reordenar la Zaragoza mirando al futuro, pensado en los huecos vacíos con independencia de sus dueños sino en los costes para la ciudad y sus ciudadanos de las decisiones que se toman, que a veces parecen errores de tal tamaño que asombran.
Julio M. Puente Mateo
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