El doctor Patricio Borobio Díaz —un gallego muy zaragozano— publicaba en el año 1897 un artículo tremendo sobre la mortalidad infantil en nuestra ciudad. En su discurso de ingreso en la Academia de Medicina decía que el 54,8% de los niños nacidos en Zaragoza morían antes de los 15 años de edad. Solo en el primer año de vida fallecían el 20,55, en el segundo año el 13,47% y netre los 2 y los 5 años otro 12,75% de niños. Y remarcaban que cada año nacían en Zaragoza 3.116 en el año anterior —de los que fallecieron 1.706—. Y que entre los años 1886 y 1891 de un total de 20.127 defunciones en Zaragoza, habían fallecido 10.236 niños hasta los 15 años. Números que parecen insoportables.
Y luego como podemos ver se dedicaba a explicar el tipo de enfermedades que causaban esos fallecimientos, la causas y las posibles soluciones. Hablaba de crear la actual Seguridad Social gratuita, tanto médica como farmacéutica, reglamentar las nodrizas, inspeccionas las leches maternas que se venden en el mercado, dar cartillas de salud a las familias sin recursos, educar en salud e higiene infantil y adulta, crear casas cuna y dispensarios para niños enfermos pobres. E incluso lanzaba una propuesta que consideraba como la mejor idea de todos.
Crear un HOSPITAL INFANTIL para como es lógico niños enfermos, que estaba seguro que en algún momento alguien la tomaría como suya y la realizaría. Era el año 1897. Y decía que en salvar a estos niños va la vida de los pueblos, y que todos, ricos y pobres, deben colaborar en esta iniciativa. En 1971 y 1972 se inauguró el edificio Materno Infantil de Zaragoza del que ahora cumplimos 50 años.
Tuvo razón el doctor Patricio Borobio, pero sus peticiones tardaron 75 años en llegar. Todo en gestión pública es mucho más lento de lo que se necesita.
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