22.5.21

¿Y con el Real Zaragoza qué hacemos ahora?


Alguna vez hemos hablado aquí del Real Zaragoza, desde esa posición curiosa de quien no entiende casi nada de fútbol pero algo más de empresas que funcionan o se hunden. Y lo hemos hecho desde el sentido lógico y común de observar y comparar con los deseos y las expectativas. Sin duda los ocho últimos años del Real Zaragoza han sido un despropósito no tanto por no haber logrado subir a Primera División, que también, como por no haber sido capaces de resolver sus problemas, sino incluso en algunos apartados, empeorarlos.

Este curso 2010 / 2011 ha sido el de enmarcar entre las tonterías que ninguna empresa debe hacer si quiere sobrevivir. Que al final no haya muerto ha sido más fruto del trabajo de un señor llamado JIM y unos pocos jóvenes casi adolescentes guiados por el impulso de un señor mayor llamado Zapater. ¡Uff!

Como diría cualquier "ya estamos salvados de la desaparición rápida" pero todavía no de la desaparición a la velocidad de crucero.

El Real Zaragoza, como lleva muchos años con el nombre, el escudo y la representación de una ciudad grande, casi una Gran Ciudad, no es de unos pocos accionistas que dicen que se juegan sus dineros, sino de muchos más elementos que se juegan su prestigio. Yo no he inventado que el fútbol sea un motor de nada, pero debemos admitir que lo es, incluso económico cuando vuelvan las personas a poder entrar a las gradas. 

El Real Zaragoza debe hacer un RESET total, no de jugadores, que eso al final es lo de menos excepto algunos casos muy puntuales, ya que está visto que hemos convertido al deporte de élite en un juego de gladiadores que entran y salen sin tino ni épica. Lo debe hacer en sus modos, en sus formas, en sus accionistas, en sus dirigentes, en sus metas y objetivos urgentes. 

El cambio del Real Zaragoza debe ser total si no queremos que desaparezca. No hay ya ilusión, no hay rasmia para seguir entre los actuales dueños, se necesita mucho más que bonitas palabras de manual que ya nadie escucha, y sin duda y pensando en Zaragoza como Marca se necesita una nueva meta que no juegue con los experimentos venidos de muy lejos, pero sin que entiendan nada de lo que es una empresa cuya actividad se llama fútbol. Hay ejemplos tontos que indican la peligrosidad de jugar simplemente con los dineros fáciles venidos de muy lejos.

El 91,26% de la Fundación Zaragoza 2032 dueña del Real Zaragoza está en manos de cuatro personas o familias. Las deudas son muy importantes, los activos escasos, las necesidades de nuevas inversiones son imprescindibles y no son de pequeño calibre. Así que la venta o recambio o ampliación solo se puede sujetar con la realidad de que se vende un activo que es una Marca dentro de una ciudad que es importante. 

A partir de la entrada muy necesaria de nuevas energías es desde donde hay que construir el nuevo proyecto. Y por eso la urgencia es imprescindible en una empresa que ya ha demostrado en suficientes ocasiones que es excesivamente lenta para tomar decisiones urgentes. A veces la calma es buena consejera, pero en este caso supone dejar sin tiempo a las reflexiones, las decisiones y las muchas negociaciones que van a tener que acompañar todo este proceso de cambio urgente y muy importante.

Más que un reset, lo que necesita el Real Zaragoza es un cambio de CPU, de pantalla y de teclado.


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