Las calles de Zaragoza tienen varios ejemplos artísticos algo escondidos, de trabajos para agradar y motivar que forman parte de la ciudad, pero que resultan a veces ejemplos poco conocidos para muchos de los que nos visitan.
Y si son obras poco conocidas, son poco valoradas aunque tengan un gran valor artístico.
El arte efímero, el graffiti en las calles es un ejemplo de arte que pasa bastante desapercibido por muchos, pero que en cambio es Arte con mayúsculas por mucho que su presencia en el tiempo depende de muchos factores poco controlables.En la entrada al Centro Comercial de Grancasa en Zaragoza se encuentra este mosaico de Antonio Saura que parece la suma de un buen montón de figuras de graffiti, que pasa bastante desapercibido no tanto en su conjunto como en el detalle de cada una de las figuras que contiene.
Es un ejemplo de arte que se mantendrá muchos años, aun empleando técnicas artísticas muy urbanas, muy efímeras en su concepto. En los últimos tiempos los herederos de la obra de Antonio Saura tuvieron que exigir sus derechos de imagen sobre la obra para que no se tapara parcialmente tras unas obras recientes.
Son más de 1.000 baldosas en unos 75 metros cuadrados, realizadas por el ceramista Fidel Ferrando de Alcañiz. En la imagen vemos solo una sección del mural, con uno de sus personajes.
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