10.12.23

Zaragoza se está quedando solo en el cambio de color


Las ciudades se decoran y se colorizan con arreglo a lo que deseamos los habitantes. Aunque no siempre seamos consciente de ello. Esta que vemos arriba es la Zaragoza de 2023, que sin duda está muy coloreada y hermosa en su nuevo diseño. Puede gustar más o menos, pero eso sería otro cantar. Es solo diseño.

Lo malo es si solo nos quedamos en el color, en el diseño de la luz y el color. Si pensamos que una ciudad es mejor y más capaz, más válida, porque le hayamos cambiado el color o se lo hayamos añadido, para hablar o expresarnos con el color y la luz.

Zaragoza necesita ser una Gran Ciudad, no una ciudad grande. 

Y esto no sé si lo tenemos asumido todos los que somos zaragozanos, que no somos tantos como parece. Damos pasitos para adelante que son muy bonitos, y nos atascamos en lo magro, en la sustancia que no somos capaces de cambiar por incapacidad para dar a veces zapatazos encima de algunas mesas.

Por tamaño no somos una capital de provincia. Tampoco somos la reserva moral de occidente. 

O al menos no deberíamos serlo si queremos admitir que estamos ya en el siglo XXI. Incluso diría que se puede ser la Reserva Moral y Religiosa de Occidente (con mayúsculas) y serlo a lo grande, con enjundia. O no.

No hay comentarios: