Usar sin los inconvenientes de ser titular hasta que no viva ni uno solo de quienes lo firmen, este derecho permite gestionar universidades, campos de fútbol o lo que tengan a bien decidir de modo parecido a aquella famosa multipropiedad de apartamentos, dirigida a ingleses, que triunfaba en la costa en los tiempos de Amway –cadena de venta piramidal que esponsorizó al Baloncesto Zaragoza-.
Porque la cesión de espacios públicos es otra cosa, que se lo pregunten a los que llevan el Museo Origami de Zaragoza. Ni se escritura como una concesión y, si te va mal, a silbar a la vía con los papelicos doblaus.
Porque no entra suficiente gente, porque es tan minoritario como Periferias, pero no si se hace una inversión de alucinar con el justificante de ella –pasó lo mismo con el Wesketa y su campo, pero es propiedad privada- en segunda división o aunque no se matricule ningún alumno porque se extinga la raza. Da igual, es a tres generaciones lo mismo el plazo.
Lo que le mola a todos los políticos es al atado y bien atado. Ser yo quien firme que dejo explotar lo público porque no es de nadie, yo no lo veré y de esta no saldré, a noventa y nueve años. No a cualquiera, aunque no lo entienda o más si lo entiendo, voy a firmar que se exija como solvencia técnica a quien ya sé que gana que te demuestre que lo haya hecho antes como en un contratico de 6.000 euros o quizá ni eso.
Que un modisto amplíe capital social y sea hostelero, que sean de bien y hayan dirigido un equipo en Miami o que una ley les ampare, de esas no generales sino personales. Ad hoc porque Amazon lo vale y ya se verá lo del almacén de La Muela. Pero después que no se puede amnistiar y que la letra de la Constitución con sangre entra.
Otras alternativas económicas a dar superficie nunca se conocerán, si hubiera sido posible de otro modo. Lo que sí se sabe es que para cuadrar se hacen las mismas transferencias de dinero público que si se gestionara directamente, pero se renuncia. Impotencia, no tenemos expertos en…
Claro, la propia Universidad pública da clase sin catedráticos, con un alto porcentaje de personal laboral. Con asociados, con becarios que seguramente sabrán mucho, aunque no se sabe si transmitir. Y el control de calidad y los informes de solvencia de las privadas habría que saber con qué profundidad estarán hechos. Qué maravilla que el derecho de superficie se extendiera a las capitulaciones matrimoniales: aquí tienes mi vuelo, lo que dure, pero no catarás mi suelo.
Entonces, pensad una cuestión los profetas de este magnífico derecho, que será utilizarlo la solución que ya se habrá alcanzado para “pacificar” desde el Estau a la fenicia Cataluña. Ese lugar del que los vascos y navarros piensan que está conformado en sus élites por gentes levantinas y sin orgullo, que siempre aceptarán negociar por precio. No como valle del Ebro arriba, los países del matriarcado, en que se debe comprar por vanidad y menos por dinero.
Así que, mucho ruido, pero la solución ya se ha alcanzado.
Si se ve, curiosa la homonimia, el comienzo de la serie de plataforma privada sobre la muerte de Carrero Blanco a la vez que se lee la crónica de los juicios sobre la masacre de la discoteca de París “Bataclan” de Emmanuel Carrère, es evidente todo lo precocinada que está la realidad virtual que nos administran.
En el primer caso, surge inquietante la sonrisa cómplice de Carmen Polo de Franco a Arias Navarro post atentado y resuena la frase del dictador, por demasiado liberal: no hay mal que por bien no venga. Bonita forma de agradecer a Carrero haber sido agente activo para que España no participara en la Segunda Guerra Mundial o haber apostado por unos condes de pueblo de Moulins, rama algo floja y de poca savia de los Valois (los Borbones) por el mismo agregado cultural americano entre bambalinas. Treinta años sosteniendo el régimen el Tío Sam, y ETA sin capacidad organizativa consiguió “sorprender” a Kissinger.
En el segundo, el brillante escritor por periodista francés, al modo que lo harían Josep Pla y Delibes, aborda todas las aristas de las declaraciones, situación social de marginación o no y lógica de la aplicación de la ley del Talión por todos los pueblos semitas –los hebreos incluidos- en el seguimiento del juicio sobre el V13.
No podemos imaginarnos lo mismo en relación con los atentados de Atocha que, casualmente, encumbraron a ZP, si es que no lo estaba ya desde 1998.
Las frases de Carrère son “jondas”, hace un seguimiento cotidiano y conoce personalmente a todos los protagonistas y a sus abogados, como a los fiscales y magistrados. No se corta en intentar comprender todos los puntos de vista sin tener que justificar que determinados mártires nacidos en Europa venguen a otros hermanos en el Islam. Cuestión necesaria para quitarnos el velo de interpretar exclusivamente desde nuestro lado de la barricada, hoy que se apunta a reforzar el control sobre la inmigración. Cuando, generalmente, los malos han estado a sueldo de los servicios secretos que tanto les conocen.
La conclusión es que cuando nos sirvan una confrontación, maktoub, ya todo ha sido escrito.
Sánchez únicamente otorga; a Puigdemont, solución personal aparte de venderse más caro, solamente le concierne representar; el rey Felipe dará por terminada la cuestión en el discurso de Nochebuena, que habrá leído previamente a Letizia; la derecha española se envalentona y amenaza, pero sus dirigentes conocen perfectamente que ya se deberán llevar dos años en que se ha alcanzado el compromiso. Guerra, Felipe González y Lambán ya hace rato que saben lo que hay.
Como pasa que el Estado Islámico o el Mossad pueden estar perfectamente compuestos por vecinos de nuestros barrios. Siendo que los musulmanes europeos llegaron a ver el norte de Siria como los judíos de Nueva York ortodoxos a Israel, un paraíso en que poder aplicar las leyes coránicas o el Talmud.
La alcaldía de Pamplona, que otros llaman Iruña, no es el símbolo que nos pretenden hacer ver que es. Estando claro que el voto que le valía al PSOE o PP para gobernar tradicional del nacionalismo vasco, los que recogían las nueces del árbol que ETA movió, no tiene ya apoyos en la ciudadanía que han creado unos y otros menor de 40 años.
Todo va evolucionando y no permanece ni el sabor del té de las cinco.
Lo demás es calentar y calentarnos, ganas que tenemos muchos de que nos calienten. ochebuena es una noche de tantas, os la puedo cambiar por un paseo cualquiera de una tarde larga de mayo.
Carrero era un navegante de Santoña, Carrère un buen hijo de madre rusa blanca. Los dos carrilanos, un catalán los despacharía al grito de “al carrer”.
19.12 Luis Iribarren
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