La Antiquísima e Imperial Ciudad de Zaragoza, Caesarea Augusta, se halla situada en las apacibles y deliciosas márgenes del célebre y caudaloso río Ebro, en un hermoso sitio que domina la dilatada vega que riegan los ríos Xalón, Gallego y la Huerba, a los 15 grados y 56 minutos de longitud, y 41 grados y 46 minutos de latitud: distante de Madrid 50 leguas, de Pamplona 34, de Barcelona 50, de Huesca 9, de Tarazona 12, de la raya de Castilla 15, de la de Valencia 16, de la de Cataluña 14, de la de Francia 19 y de las de Navarra 9.
Es Metrópoli de su Reino y fue Corte de sus antiguos Reyes, aunque después que se unió con Cataluña por casamiento de Doña Petronila con el Conde de Barcelona Don Ramón Berenguer, tuvieron su residencia en el Real palacio de Barcelona.
Está cercada esta ciudad (Zaragoza) de muros, vistosas torres, con 9 puertas y un portillo, 11 plazas y varias plazuelas, 50 calles principales y muchas callejuelas todas muy llanas y hermosas, especialmente la del Coso, 12 paseos muy deliciosos y muchas casas de campo.
La mas de las calles son rectas y bellas y las plazas están abastecidas de todo lo necesario. Hay una Santa Iglesia Catedral, 17 parroquias (siendo la de Santa Engracia propia y privativa del Obispado de Huesca). Esta iglesia se llamó antes de las Santas Masas, pero cavando unos albañiles el día 12 de mayo del año de 1389, encontraron un túmulo o sepulcro muy grande de mármol y junto a çél otras arcas de piedra muy embetunadas.
Se hallaron en dicho sepulcro los huesos de Santa Engracia Virgen con su rótulo, y en otro los de San Luperio y sus compañeros Mártires. En otro sepulcro los huesos de los 17 Caballeros que acompañaban a la Santa Virgen y en su distrito las Santas Masas de los infinitos Mártires que habían muerto por la Fe de Cristo en esta Ciudad.
El Ayuntamiento acordó en acción de gracias de tan venturoso hallazgo, una fiesta anual para el día 13 de marzo con 3 procesiones generales, la primera el 16 de abril que fue cuando padeció martirio Santa Engracia, la otra el 19 de junio que fue cuando padeció San Luperio y sus compañeros, y la otra el 3 de noviembre que fue cuando padecieron los Innumerables Mártires de Zaragoza.
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