No todo, al revisar el pasado, son realidad que no hemos logrado revertir, mejorar, modificar en positivo. En estos 40 años han sido muchas las situaciones que han mejorado, los logros obtenidos, las situaciones que se han convertido en más positivas. En 1987 saltó precisamente esta semana de febrero, la primera manifestación contra el proyecto del pantano de Biscarrués que iba a inundar entre otras zonas, la localidad de Erés, y que enseguida representó una defensa muy dura de los vecinos de la zona y de Chunta Aragonesista, mientras era apoyado desde el PSOE, PP y PAR.
Han pasado 30 años, nunca se inundará Erés pues hoy está prohibido por ley inundar localidades, pero es cierto que el asunto, aunque parado y sin haber movido una piedra del proyecto inicial, tampoco está desechado y abandonado, en un claro ejemplo de que nadie quiere admitir que “ha perdido”. Pero todo parece indicar que el pantano de Biscarrués nunca se hará, que en este caso ha prevalecido la defensa de los vecinos y una gran parte del sentido común de la zona.
Hay que recordar que en las últimas elecciones a Cortes de Aragón, ganó con gran diferencia el PP en Biscarrués, uno de los defensores de que se haga con urgencia el pantano de Biscarrués. Cosas curiosas de la política y de las personas. Y si bien CHA quedó en segunda posición, lo hizo a gran distancia. Y si sumamos los votos de los partidos que SI quieren Biscarrués, nuestra forma de pensar sobre el tema, igual cambiaba, pues los vecinos siempre deben tener razones.
Hoy no inundaría núcleos de población, pero dejaría sin actividad económica a localidades como Murillo de Gállego o Santa Eulalia, motores económicos de la zona. Se podrían perder más de 300 puestos de trabajo, para realizar un pantano que ya no es necesario para el regadío de las zonas cercanas.
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