El legado de Eiffel como ingeniero fue enorme en toda Europa. Como Goya, Velázquez, Tintoretto o el sin par Calatrava, fue propietario de un estudio que salpicó obras e influyó en otras, como los puentes de hierro de Gallur y Zaragoza. Su audacia demostrada en París, se utilizó para la ejecución de naves industriales y puentes prefabricados.
Por todo ello y para reivindicar su legado y el del arquitecto de Tarazona Félix Navarro, autor del Mercado Central de Zaragoza, nos congratulamos de la reciente protección de dos singulares elementos del patrimonio industrial aragonés de principios del siglo pasado, hijos como también el Pantano de la Peña o el Canal de Aragón y Cataluña y sus viaductos, de la revolución industrial.
Nos referimos, en primer lugar, a la pasarela-puente colgante de caballerías del congosto de Jánovas sobre el Ara, felizmente ya no inundado ni desaparecido. Ha sido seleccionada como patrimonio nacional por conservar, seguramente debido al abandono de este tramo expropiado del cauce, su cableado original de 1889. Hoy sólo lo presentamos, otro día le dedicaremos mayor espacio.
Lo contraponemos y relacionamos con el Puente de Portugalete, patrimonio de la Humanidad. Otra proeza de finales del XIX ensayada en la Tour d’Eiffel.
Tras ello, nos ocuparemos de una obra del taller de Eiffel poco conocida y valorada en Aragón. El desarrollo de Sabiñánigo y su industria fosforera y contaminante se apoyó más en el Canfranero que el difícil paso de Monrepós en invierno hasta hace solo 20 años.
Fecha desde la que el ramal de Arguís que da acceso a Bentué y Nocito y seguía hasta el alto por este puente, el viaducto del Flumen, ha quedado a su suerte. Este viaducto bellamente curvo, art déco, de 1946 fue diseñado según matriz para el Macizo Central del taller de Eiffel todavía en funcionamiento en Francia. Está entre los dos actuales túneles y por la noche luce bellamente iluminado.
Por último, también ha sido catalogada y protegida en fechas recientes la plataforma-puente giratorio para locomotoras sita en la Estación de Teruel y única en España que sigue existiendo. Su interés reside en que se trata del puente o plataforma giratoria más grande construido en España junto con los de Zaragoza y Valencia, debido a la potencia que tenían que tener las máquinas a causa de las dificultades orográficas del trayecto.
Además, como mencionaba, es el único que se conserva de los tres pertenecientes a su ramo, puesto que los otros dos que había fueron destruidos. El puente de Teruel fue encargado en 1932, gobierno presidido por Azaña, por la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón, como parte de su proyecto de construcción de una línea ferroviaria de Caminreal a Zaragoza que permitiera una conexión directa entre la capital aragonesa y Valencia. Salió milagrosamente indemne de la Batalla de Teruel, que va a tener centro de interpretación por fin.
Tomamos imágenes del bellísimo artefacto y maquinaria que lo acciona a aficionada a los ferrocarriles. Debería conmemorarse la declaración con el fletado de un tren histórico mudéjar, con reversión de la máquina Mitsubishi en Teruel. Sí… Renfe se desarrolló en los 40-50 con maquinaria japonesa.
27/02/17 Luis Iribarren
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