17.2.17

Aragón habló, tarde y en silencio

De la historia no hay que olvidarse. Tampoco hay que vivir de ella pues si ya es historia es precisamente porque ya pasó. Pero nos puede enseñar los motivos, los métodos, los por qué. Y de los años 80 y 90 del anterior siglo, en Aragón podemos y debemos aprender mucho. Lo que se puede y debe hacer…, y lo que nunca se puede volver a repetir.

En esta portada de El Periódico de Aragón vemos una imagen de la manifestación del 23 de abril de 1992. Hace 25 años ahora. Reclamando una vez más la autonomía plena. Tarde y mal. Esta manifestación casi silenciosa llegó tras unos años grises, apagados de gritos eficaces, como la propia manifestación que congregó a más de 100.000 aragoneses, venidos en muchos casos del Aragón del PAR.

Nunca deberíamos haber realizado esta manifestación. NUNCA. Pues vino tras la triste decisión de apartar por culpa de la derecha, a un Aragón capaz del camino del artículo 151 de la Constitución, para “endiñarnos” en el camino del 143. Junto a Extremadura, Murcia o Salamanca.

En aquella segunda gran manifestación por la autonomía, tras la de 1978, no estuvo el PSOE aunque sí acudió el alcalde Triviño. Y sobre todo estuvo muy activo el PP y el PAR. Fue una manifestación de la derecha a la que acudieron CHA e IU. Pero curiosamente si releemos las notas de aquellos años, vemos que ni los políticos ni los periodistas son los mismos, que ya nadie se acuerda de ellos, y que la velocidad se ha llevado a todos de los caminos.

Han pasado 25 años y nada queda. Ni González Triviño, ni Emilio Eiroa, ni Emilio Gastón, ni Cristóbal Montes, ni José Antonio Cid, ni Manuel Escolá, ni Jesús María Garrido, ni Chesús Bernal, ni José María Mur, ni Juan Antonio Bolea, ni Bernardo Baquedano, ni Hipólito Gómez de las Roces, ni Ricardo Berdié, ni Isabelo Forcén, que estuvieron en primera línea y que ya casi nadie reconoce o incluso ni conoce.

Aragón se come a sus dirigentes, pero además no deja ni los huesos, ni el recuerdo. Y así nos va, pues con ellos se va a sus mesas camillas la memoria, la experiencia, el recuerdo de los motivos.

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