21.8.20

La plaza Salamero se nos escapó en silencio ¿Y ahora?

Es curioso lo poco que en Zaragoza somos capaces de preguntar por nuestros espacios, por defenderlos o por al menos plantearnos dudas básicas. Excepto el concejal Rivares de Podemos que se encadenó en un olivo como muestra de la incapacidad política de todos para generar debate de calidad, nadie más —he leído yo— que haya salido en defensa de la plaza Salamero, de la antigua plaza del Carbón, que durante décadas ha ido pululando desde la nada al asco, del nulo cuidado urbano y la suciedad al uso más tonto dentro de un espacio verde en el centro de Zaragoza.

Decenas de ciudades de todo el mundo pagarían oro por tener una plaza así en el cogollo de su ciudad más histórica y urbana, cargada de historia ya desconocida, verde y si se quiere tranquila y peatonal. Nosotros le metimos debajo un garaje, lo hicimos mal e inseguro, se nos ha hundido y ahora la única solución posible parece ser priorizar el garaje sobre la plaza y su zona verde. 

Queda claro que Zaragoza nunca podrá aspirar a ser una ciudad para sus ciudadanos, para sus peatones, una ciudad humanizada. Sobre todo porque no queremos los propios zaragozanos. 

Y no, en ningún momento estoy en contra de que debajo haya un garaje, en absoluto. Estoy a favor de la inteligencia urbana, que es otra cosa. Es compatible una zona verde peatonal y hermosa por encima de un garaje seguro y útil.