En el año 1845 veíamos a Zaragoza así… de entrada. Y nos explicaban ya por entonces que nuestro clima era una mierda y que estábamos dominados por el Cierzo y el Bochorno. Nada nuevo aunque hayan pasado 175 años. Pero si miramos la curiosidad de las enfermedades más comunes, seguro que entonces podemos sonreírnos un poco.
¿Sólo el resfriado y las calenturas intermitentes?
tercianas eran frecuentes en verano en zonas encharcadas como las actuales zonas de Las Fuentes. Era lo que hoy conocemos por malaria o paludismo, producto de picaduras de mosquitos y bichos que se forman en las zonas pantanosas. Eran intermitentes pues cada tres o cuatro días se repetían las fiebres y malestares. Cosas de la Zaragoza vieja.
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