Viene Abascal para hablar en Teruel de caza y pesca, y nos ponemos verracos. Nos va el volver a la cueva de verdad, abandonar la Gran Ciudad y revolver al campo a sembrar el maíz que nos digan desde los despachos de Madrid. Somos esclavos y obedientes…„ y los que nos mandan más.
Nada de Travesía Central, de Sagunto o Cantábrico. Lo que nos pone es encerrarnos en Botorrita que allí hay yacimientos romanos o a lo sumo Juslibol que también había asentamientos muy viejos. Nada de Universidad, que se joda, y menos de pensar en resolver los problemas de las personas hablando con las personas.
El negociar está muy sobrevalorado, debe pensar los “Jefes” del Aragón caduco. Todos los vecinos nos adelantan, más si son europeos, y nosotros aquí, esperando a que escampe y a que el Real Zaragoza se salve de volver a bajar al infierno. Nos pone un huevo sufrir para nada.
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