Es verdad que aunque no hubiera subido la abstención, los 400.000 de VOX votos no existían hace unos meses y no son sencillos de lograr, así que no, no son los votantes de izquierdas cabreados y que se han quedado en casa, sino los votantes cabreados que votan lo que entienden que es antipolítica.
Y esa antipolítica SI existe en Aragón, distribuida —como sucede en Andalucía— entre zonas de clase alta, y barrios heridos graves de economías manipuladoras y pobres. Así que aventurar que VOX no entrará en las Cortes de Aragón es un aviso a los deseos, más que a las reflexiones.
¿Se puede evitar? ¿hay tiempo? Si. Poco y no con seguridad, pero sí. Depende del tipo de candidatos, campaña y programa. Sobre todo de los partidos de derechas. Pero también desde la izquierda. Depende de saber explicar que ahora ya sí, toca ordenar los asuntos por orden de urgencia y de inteligencia social.
Pero si somos demócratas no demonicemos el futuro. Será lo que deseen que sea la suma de todos los aragoneses. Y si nosotros llevamos décadas jugando a manipular sus deseos y a engañar las soluciones que hacemos para Aragón, es lógico que luego recojamos el fruto de lo que hemos sembrado. Aunque sea amargo, odioso o tremendamente destrozados de todo lo que hasta ahora hemos logrado.
Os dejo un Wuasap recibido ayer en mi teléfono de un amigo desde la infancia, que estuvo trabajando 51 años en diversas empresas en la que tenía que madrugar, volver a casa a las 8 de la noche y jugarse la vida. ¿Cómo se explica que ahora, ya jubilado, se haya convertido en este pensamiento?
Y esa antipolítica SI existe en Aragón, distribuida —como sucede en Andalucía— entre zonas de clase alta, y barrios heridos graves de economías manipuladoras y pobres. Así que aventurar que VOX no entrará en las Cortes de Aragón es un aviso a los deseos, más que a las reflexiones.
¿Se puede evitar? ¿hay tiempo? Si. Poco y no con seguridad, pero sí. Depende del tipo de candidatos, campaña y programa. Sobre todo de los partidos de derechas. Pero también desde la izquierda. Depende de saber explicar que ahora ya sí, toca ordenar los asuntos por orden de urgencia y de inteligencia social.
Pero si somos demócratas no demonicemos el futuro. Será lo que deseen que sea la suma de todos los aragoneses. Y si nosotros llevamos décadas jugando a manipular sus deseos y a engañar las soluciones que hacemos para Aragón, es lógico que luego recojamos el fruto de lo que hemos sembrado. Aunque sea amargo, odioso o tremendamente destrozados de todo lo que hasta ahora hemos logrado.
Os dejo un Wuasap recibido ayer en mi teléfono de un amigo desde la infancia, que estuvo trabajando 51 años en diversas empresas en la que tenía que madrugar, volver a casa a las 8 de la noche y jugarse la vida. ¿Cómo se explica que ahora, ya jubilado, se haya convertido en este pensamiento?
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