Sabemos también que Europa, ese ente supranacional que muchos europeos odian, produce temor en el resto del mundo. Europa es una defensa perfecta contra los abusos de los grandes hacia los pequeños. Sin una Europa unida, o sin la Unión Europea, nos quedamos simplemente como Grecia, España, Portugal o Dinamarca. ¿Qué seríamos en estos momentos tanto España como Bélgica o Italia ante los gigantes chinos, rusos, indios o americanos?
En Aragón vivimos desde la izquierda, amodorrados ante lo que sí hacen en otras zonas globalizadas de la derecha mundial. Mientras que un republicano de los EEUU puede ayudar con toda su potencia a cualquier partido político que se precie, sea búlgaro o español, en Zaragoza parece imposible reunir en una mesa a representantes de ZEC con los del PSOE. A los de CHA con los de Podemos. A los de Puyalón con CHA.
Nunca en un primer encuentro entre personas sale una boda, pero aquí tendemos a tener miedo por que nos vean juntos. Las derechas sí se juntan y mucho, para planificar y ayudarse de forma internacional. Las izquierda nos juntamos en el ascensor y a lo sumo nos saludamos.
Ya, ya, lo sé, os lo digo, hay muchas más reuniones de las que sabemos. Pero hay poca verbalización de ellas. No hay esas imágenes que deberían preocupar a la derecha e informar a la sociedad.
CHA tiene una buena relación con los valencianos de Compromís. Y sé que ZEC la tiene con sus amigos de El Ferrol, de Madrid o de otras ciudades gobernadas por afines. Pero es que no estoy hablando de eso. Hablo de lo difícil y externo, de lo mismo que la derecha sabe hacer perfectamente.
Los partidos políticos de la izquierda no tienen (con la determinación que les otorga validez) sus propios Ministros de Asuntos Exteriores. A lo sumo de Asuntos Vecinos. No forman una internacional al uso para planificar el mundo globalizado. Creemos que juntarnos para hablar en la misma mesa un demócrata como Sanders o un griego como Varufakis, con un aragonesista como Soro o un socialista como Lambán es imposible y además estaría muy mal visto. En cambio los asesores de Trump sí saben venir a España a vendernos la moto y a darles dinericos a sus oyentes para pagar en cash.
CHA tiene una buena relación con los valencianos de Compromís. Y sé que ZEC la tiene con sus amigos de El Ferrol, de Madrid o de otras ciudades gobernadas por afines. Pero es que no estoy hablando de eso. Hablo de lo difícil y externo, de lo mismo que la derecha sabe hacer perfectamente.
Los partidos políticos de la izquierda no tienen (con la determinación que les otorga validez) sus propios Ministros de Asuntos Exteriores. A lo sumo de Asuntos Vecinos. No forman una internacional al uso para planificar el mundo globalizado. Creemos que juntarnos para hablar en la misma mesa un demócrata como Sanders o un griego como Varufakis, con un aragonesista como Soro o un socialista como Lambán es imposible y además estaría muy mal visto. En cambio los asesores de Trump sí saben venir a España a vendernos la moto y a darles dinericos a sus oyentes para pagar en cash.
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