10.10.22

Lo que esconde la Gran Cúpula de El Pilar de Zaragoza


Una de las curiosidades de la Zaragoza artística, cultural, turística e histórica es lo mal que comunicamos nuestras capacidades de ser conocidos en el mundo, e incluso por nosotros mismos. Tenemos en Zaragoza maravillas que en otros países, en otras ciudades serían puestas en un valor tremendo que no podemos ni imaginar, y aquí las tenemos sin saber iluminarlas, sin darlas a conocer.

El ejemplo maravillosamente idiota de nuestra capacidad de tontuna, está en el Cristo destrozado de Borja, como ejemplo del valor que como sociedad somos capaces de vender.

Hoy muchos nos hemos despertado con Heraldo de Aragón que nos mostraba de cerca y con detalle no perfecto, las ocho pinturas de la Gran Cúpula de El Pilar de Zaragoza, las que tiene dentro la que es la torre menos conocida, la "gorda" que está en el centro de la Basílica. 

No son las pinturas reales, sino los bocetos que sirvieron para esas pinturas, pues posiblemente no existan todavía imágenes bien realizadas de dichas obras. Incluso es muy posible que estén sin restaurar y en una condiciones irregulares. 

El artista Bernardino Montañés hizo los bocetos y la Obra de la Coronación de la Virgen, a Marcelino Unceta le dieron libertad para bocetar e hizo las obras de Mártires y Obispos, y luego las obras al óleo fueron encargadas y trasladadas al mural por los artistas locales Mariano Pescador (Santos Confesores y Mártires), León Abadías (Santas y Primeros Santos) y Francisco Lana (Santiago y los Convertidos).

Son obras de unos siete metros de altura, hechas sobre 1870 y terminadas en 1872.

Ni las conocemos, ni conocemos su historia. Algo mucho peor es que tampoco conocemos bien las pinturas de Goya, las de su familia, y no las damos a conocer a los muchos turistas que día a día visitan el Pilar. 

No voy a poner ejemplos de otras ciudades españolas para no hacer sangre.

Gracias a Heraldo podemos ver mucho mejor lo que se esconde en la oscuridad de esa Gran Cúpula de el Pilar. Heraldo ha ofrecido las imágenes y las hemos montado en su posición para entender mucho mejor de qué estamos hablando.

Estas imágenes reales de la Cúpula deberían figurar bien fotografiadas e impresas en Alta Resolución en el Museo de Zaragoza, para ser observadas como Patrimonio de todos.

Con independencia de quién es el dueño de los derechos de autor o de propiedad, pues aunque es de la Iglesia, en realidad es de todos pues es Patrimonio. Mientras no seamos capaces de ir reservando estas y muchas otras obras de Arte, de forma digital en gran calidad, algo que ya es posible pues se consiguen imágenes con más detalle y resolución del que el ojo humano es capaz de apreciar, no estaremos cuidando el Patrimonio de todos, y poniéndolo en valor.

Decir esto a veces me ha costado alguna censura de textos, opiniones y entradas. Así que me la vuelvo a jugar, pues creo que tengo razón. E Arte de esos siglos no nos pertenece a ninguno de los que estamos aquí ahora, le pertenece a los que tienen que venir, y por eso hay que conservarlo de todas las formas posibles.







Podemos ver en la imagen de arriba y posicionada abajo, la Virgen Reina coronada por la Santísima Trinidad y pintada por Montañés.

Si seguimos a partir de esa imagen inferior hacia arriba siguiendo las manecillas de un reloj, veríamos después a las primeros cristianos. A su lado está Jesús y los padres de la Virgen, pues los ocho cuadros al óleo (no al fresco) son conjunto dedicado a la Virgen María.

A continuación vemos a los Obispos.

Más arriba están las Mujeres Santas que son veneradas en Aragón.

Totalmente boca abajo está el boceto dedicado a Los Innumerables Mártires de Aragón con Santa Engracia.

A su derecha tenemos a los Santos de Aragón con San José de Calasanz.

Luego vienen los Mártires Santos que son aragoneses, cuadro que pintó Unceta y en donde vemos a Santo Dominguito de Val.

Para terminar el recorrido con Santiago y sus siete convertidos (Indalecio, Eufrasio, Tesifonte, Torcuato, Hesiquio, Cecilio y Segundo) pintados en la cúpula por Francisco Lana.

Julio M. Puente Mateo




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