Los alumnos podrán ir cambiando de país a lo largo del grado sin las barreras de las convalidaciones, y los investigadores se moverán entre múltiples laboratorios —en especial los más jóvenes— y habrá intercambio de personal de administración para proporcionar unos servicios más ágiles.
Eso significará que la movilidad universitaria —hasta ahora reservada al programa Erasmus y restringida a un curso o un semestre— llegará a más europeos, y que podrán decidir cursar parte de sus estudios en otras universidades europeas sin trabas administrativas, si bien queda en manos de cada centro determinar la cuantía de las ayudas que podrán recibir en cada caso. Fuera de la carrera se han quedado tres universidades españolas, Córdoba, Salamanca y la Politécnica de Madrid. Tampoco está Zaragoza.