11.6.19

¿Museo Matemático en el Monasterio de Casbas? ¿Un proyecto aragonés Aljafería 4.0?

Me fascina la pequeña pero extensa red de monasterios aragoneses con menos glamour y cuyos nombres no se conocen allende Mallén.

Siento mucha más espiritualidad y energía en Obarra, en Casbas y Monlora, en Rueda o en el Olivar de las Cuencas Mineras que en los más visitados Veruela, Sijena o eje San Juan de la Peña-Siresa.

Debido a su masificación ocasional, en los primeros se puede seguir siendo eremita, fundamento de su existencia junto con la deificación de los segundones de la nobleza y dinastía Aragón y por ende de sus linajes.

Pero venden los renombrados (territorio Bécquer), así como vendía tener un Zaha Hadid en Zaragoza sin perspectivas de uso botánico ó, en otras ciudades, Calatravas de carísimo mantenimiento —no siempre, hay que ser justos— en imitación del efecto Guggenheim Bilbao. 

A la que Avilés ha llegado tarde, albergando la obra más fascinante de Niemeyer fuera de Brasil, concebida como el cine denso y terso de Manoel Oliveira a los más de noventa años. Cuando los humanos vuelven a jugar.

Navarra hace gala de sus tradiciones, lanzando órdagos desde el centro “Senda Viva”, puesta en valor de unas Bardenas Reales que deberían optar a ser Patrimonio de la Humanidad. Muy necesario punto de desarrollo de las Cinco Villas Aragonesas.

Tirolinas, el mayor tobogán de Europa, suricatos… Todo lo que se publicita como experiencia no tiene ninguna relación con la singular botánica y muelas del desierto navarro-aragonés, su uso incluso como polígono aéreo ni su tradición ganadera. Eso sí, ganan manos y amarracos a los que se han planteado una tirolina individual en Hoz de Jaca. Por hoz y coz.

Por eso el Museo Matemático de Aragón, cuna de grandes divulgadores como mi maestro Fernando Corbalán, va en esa dirección. Epatar, sorprender y generar una idea en el territorio que atraiga a educadores y familias. Es brillante pero da la espalda al entorno. Por qué precisamente en Casbas es la pregunta…

En todo caso, será un centro científico de los que solo cinco antecedentes existen en la Unión Europea. Eso implica poder solicitar y dedicar fondos comunitarios al proyecto liderado por el matemático Julio Bernués, que es posible que a Aragón no le cueste nada. Por consiguiente, rehabilitación del monasterio con uso asegurada.

Si se lleva a efecto, debe interactuar creándose una red compuesta por dicho centro, Etopía en Almozara y el observatorio astronómico de Javalambre, por razones obvias. A ver si entre los dos tiran del tercero, en esa necesaria reconversión de la Milla Urbana de Zaragoza.

Conceptualmente, lo que Zaragoza ciudad como proyecto debería liderar no es algo nuevo. Sería simplemente repetir la corte científica de la Aljafería con la denominación “Zaragoza Aljafería 4.0”.

¿Quién tirará de ese carro en el Gobierno de Aragón si no se negocia ni se pone como condición sobre la mesa por Aliaga esta misma semana…?

11.06 Luis Iribarren