Pero el asedio de la Zaragoza visigoda fue un fracaso para los franceses pues la ciudad estaba fuertemente amurallada y todos sus habitantes se encerraron en nuestra Cesaraugusta del año 542 y se pusieron según se cuenta a rezar y a sacar a la calle procesiones pidiendo ayuda. Aunque el ejército francés era muy numeroso al ver tanta devoción religiosa se asombró y decidió abandonar el Sitio sin atacar mucho a nuestra ciudad.
Como trato entre las partes para el abandono francés dicen que los sitiados zaragozanos les entregaron a los reyes franceses la túnica de San Vicente Mártir que se encontraba en Zaragoza y con ella los franceses construyeron un año después la abadía benedictina de Saint Germain des Prés en París en donde se depositó la reliquia.
Pero yo iba a hablar de la Puerta del Ángel de Zaragoza, y no de reyes franceses que nos quisieron hacer la puñeta. Puerta desde tiempos romanos que servía para dar la bienvenida a quien quería entrar en Zaragoza desde el puente de Piedra, es decir, desde el Norte cruzando el río Ebro.
Esta puerta tuvo diversos nombres, la de Alcántara, la del Puente o la de Piedra o la más conocida de Puerta del Ángel por un ángel custodio que tenía y que se conserva en el Museo Provincial de la Plaza de los Sitios. La Puerta del Ángel fue derribada en el año 1821 tras quedar muy dañada en los sitios de Zaragoza.
La puerta y los ingresos en forma de impuestos que se recaudaban en ella era propiedad del Rey de Aragón hasta que en el año 1244 el Rey Jaime I se la entregó al Ayuntamiento de Zaragoza para que fueran los propios zaragozanos los que se quedaran con los ingresos.
Así que tras ver arriba del todo un dibujo con la Zaragoza del Siglo VI en donde podemos ver la Puerta del Ángel que no sabemos si realmente era así ni mucho ni poco pero nos tenemos que imaginar que el artista estuvo por aquí observando, dejamos un grabado de la misma puerta del año 1824 a color y también un dibujo del año 1563 en donde también podemos ver los trazos de lo que era la Puerta del Ángel que aparecía nada má cruzar el Puente de Piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario