Luis Iribarren nos envía a todxs esta "piel húmeda" zaragozana para disfrutar de los colores y las formas de nuestra ciudad. Está tan hermosa la Zaragoza nocturna que aunque la giremos 180 grados sigue estando presentable ante los forasteros que deberían venir. ¿Os acordáis cuando a Zaragoza venían unos pocos turistas pero todos ellos eran bien recibidos?
Si además todos nosotros fuéramos capaces de amar a la Zaragoza de las pieles desconocidas, sería ya la leche.
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