11.2.20

La remodelación del Mercado Central de Zaragoza hay que mimarla

La remodelación del Mercado Central de Zaragoza ha supuesto un cambio claro de su servicio, con una actualización lógica y muy necesaria. Pero no han existido las suficientes osadías para intentar crear un espacio multidisciplinar con más arrestos de cambios. Los puestos tienen mucho más espacio y se han actualizado e incluso en muchos casos modernizado a las nuevas exigencias de los clientes de la zona y de todo Zaragoza, que es a lo que debería ir destinada la reforma.

Pero es un riesgo y lo admito, jugar a crear "nuevos" mercados, cuando se sabe que es un espacio comercial en declive y con serios problemas de supervivencia a medio y largo plazo. Por eso decidieron en su momento que los experimentos a ser posible con gaseosa.

El concepto es correcto, en algunas decisiones son muy interesantes los cambios, con al menos un error de diseño que yo considero de primero de arquitectura de interiores

Ahora tenemos dos largos lineales con más cortes en su largura para crear más entradas y salidas y sobre todo conformar más esquinas y eso es una buena decisión. Pero lo que es un error claro es la anchura de las diferentes calles. 

Han jugado con el papel del diseño que todo lo aguanta y han decidido que si a la calle central en donde se reciben los movimientos de dos laterales de puestos comerciales se le otorga una anchura de 100, a las otras dos calles que solo acude una línea de movimientos de clientes hay que darle la mitad de anchura

Es un error de diseño grave y sin solución. Es falso que la utilización del espacio sea doble en el pasillo central que en los dos pasillos laterales, pues intervienen muchos más aspectos que el meramente de división matemática.

La sensación es que han quedado estrechos los pasillos laterales y muy holgado el pasillo central. 

Habría que haber jugado con un reparto de los espacios para las calles más discriminado, en pocos centímetros entre 10 y 15 por calle lateral, pero suficientes para no crear sensación de agobio en los pasillos laterales. Sobre todo porque en el central no será real que se junten grupos de clientes que coincidan en ambos puestos enfrentados el uno al otro, lo que permite un paso fluido. 

Eso supone también que los pasillos laterales parezcan de menos "calidad" como estoy seguro que así será. Y como así era ya en los viejos tiempos.

Pero dejando atrás las dudas, es un buen trabajo de reforma, que entre todos los zaragozanos debemos cuidar y utilizar, y revisar a los seis meses, para ver en qué han quedado todas las buenas intenciones.  Sobre todo la zona de cafeterías del centro con cuatro locales que deben funcionar a todas las horas comerciales, no solo deben ser locales de tarde noche.

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