Hoy me reunía con unos amigos en Zaragoza para hablar de este tema y surgió la clásica duda del motivo que nos ha llevado hasta la desafección brutal de la sociedad aragonesa. Algo hemos hecho muy mal, pues la izquierda sin sociedad que les apoye no es nada.
Tuve que dar una jornada sobre Sanidad en una zona muy complicada por sus necesidades mal cubiertas en Sanidad Pública y la asistencia de pacientes y vecinos fue muy escasa. Los problemas eran tremendos, pero los vecinos no confiaban en que se pudieran resolver solo con dar explicaciones e información. Lógico, aunque yo fuera el responsable de las explicaciones. Quieren a personas que lideren las soluciones. Y sobre todo que no mientan.
No podemos teorizar más con ofrecer a la sociedad soluciones complejas cuando hay problemas básicos y sencillos sin resolver, ni con asuntos que no le sirven a las personas para aliviar sus problemas. Hay que incidir sobre estos y antes hay que detectarlos y saber resolverlos. Suelen ser problemas muy básicos aunque sean complejos de resolver, generalmente por una mala distribución del dinero público.
Hay que prohibir que se puedan crear trabajos indignos, evitar unos servicios peores que hace una década, no consentir un futuro de sus hijos sin ninguna luz, evitar al menos en parte una economía familiar irregular e insegura, etc. No son asuntos mucho más complejos.
Por ello es absurdo y de tontos sociales plantearles a la sociedad asuntos de mas calado si antes no resolvemos los simples.
Retiremos del debate asuntos necesarios pero complejos, y trabajemos primero y con urgencia de los básicos. Si desde la izquierda no incidimos en problemas sencillos y básicos, lo hará —lo está haciendo— la derecha con sus modos y discursos.
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