El Turismo tiene muchas variables, muchas vertientes ya exploradas y quemadas, y muchas otras poco puestas en práctica con trabajos más complejos. Aragón no puede ir hacia lo sencillo del sol y la playa, pero tiene muchas ventajas mal exploradas en otros campos turísticos de vanguardia.
Nuestra historia, nuestro Arte, nuestra Gastronomía, nuestro paisaje, nuestra Religión, nuestro urbanismo de ciudad o rural, nuestra arquitectura histórica o moderna es un gran activo en Zaragoza, Teruel, el Pirineo o en Huesca. Y además en parte está ya desestacionalizado.
Hay que darle vueltas para añadirles valor diferenciador. Hay que vender Pirineos, mudéjar, teatro, Semana Santa, Expo, entretenimiento, comodidad, sabores, experiencias, seguridad, cultura en todos los idiomas, nieve, montaña, ríos, aves, estrellas, servicios púbicos "por si acaso", parques, arte urbano, arte histórico, árabes y judíos, Ciudad de Paz, ciudad del Plata y del Tubo.
El turista trae ingresos en forma de gastos del visitante, pero también se lleva algo muy importante, conocimientos de nuestra tierra y de nuestra sociedad. Algo que también sirve para que Aragón y Zaragoza suenen en el mundo, en las casas o en los medios de comunicación del mundo. Incluido el profesional o empresarial.
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