La Serra de Tramuntana es Paisaje Patrimonio de la Humanidad, y se encuentra en estado de revista mejorable. El descontrol en la población de cabras salvajes y la desaparición de ganaderos extensivos es su principal problema. También la presión de uso que soporta: lo atraviesa el principal tren turístico del Estado –el tren y tranvía de Sóller-, alberga un enclave de turismo religioso y musical –equivalente a Veruela o San Juan de la Peña es para los mallorquines el santuario de Lluc- y la sierra cae a pico al mar en la abrupta costa norte de la isla. Ello da lugar a que conserve calas y puertos recoletos, de aguas de calidad semejante a las menorquinas.
Cuenta también con el incremento de conflicto de usos derivado por el efecto llamada alcanzado desde la denominación de estos espacios, primero como Reserva de la Biosfera y después como Patrimonio de la Humanidad.
Obtenidos ambos reconocimientos por razones paisajísticas, culturales y por el uso tradicional del espacio. A destacar por su carácter único, las terrazas de cultivos de olivo abancaladas que pueden dejar de mantenerse, la pesca tradicional o sistemas de almacenamiento y distribución de sus escasas aguas. Dicen que una veta de agua subterránea mana por plegamiento iniciado incluso en los Pirineos.
Se levantan los muretes sin argamasa o cemento de unión. Es la técnica que crea ses marjades, llamándose a los especialistas en levantarlas o restaurarlas –en muchas ocasiones también pastores- como margers. Las terrazas hasta el mar, quizá las más pintadas y conocidas las de Deià pues caen a pico, aprovechan la orografía como también los depósitos de obra para recoger agua de lluvia. En castellano reciben el nombre de albercas; en mallorquín se denominan safareig de reg.
Solamente las viñas de las laderas de Scala Dei-Priorat en Tarragona y los olivares de Cadaqués crean un paisaje semejante. Algo más lejos, podemos disfrutarlo en la Axarquía malagueña dedicado a la producción intensiva de mango o aguacate y en el valle de la Orotava, con albercas y terrazas para banana dulce.
Medidas de gestión interesantes que se están experimentando en la Serra de Tramuntana sobre las que reflexionar y que poder aplicar a la gestión de espacios de montaña aragoneses podrían ser las siguientes:
Se convocan subvenciones denominadas como planes de mejora del paisaje. Gozan de gran participación y se analizan por una denominada “Mesa Permanente” de la sierra.
La mayor parte son de recuperación del paisaje agrícola, de bordas y muretes. Pero también se van incrementado los proyectos de recuperación etnológica relacionados con la tradición oral y musical propia de la sierra, potenciando el aceite, vino o almendra propia.
Se están reconstruyendo caminos tradicionales en loseta de piedra que la están especializado a nivel mundial en senderismo. Generando una serie de conflictos de uso que van a solucionar en la denominada “Mesa de Caminos”, singular iniciativa.
Se está denominando como Serra de Tramuntana cualquier iniciativa, feria o encuentro deportivo de modo global. Es un espacio más pequeño que Pirineos pero que tampoco hasta la fecha tenía un tratamiento conjunto.
20.10 Luis Iribarren
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