Cuando desde los primeros años 70 la juventud española decide que algo importante tiene que cambiar aunque el dictador siga sentenciando a muerte, los recursos eran nulos y los dineros para poder realizar acciones no existían. En Aragón tampoco. Estas pegatinas de esos años en Aragón nos enseñan como se hacían a mano, dibujadas y escritas a mano las pegatinas que luego se pegaban en farolas o fachadas, como diminutos gritos.
Se utilizaban post blancos de oficina a los que se les pintaban la bandera de Aragón con rotulador grueso o barritas de cera y encima se escribían lemas cortos como los que vemos aquí.
Precariedad total para salir a la calle a pedir lo que ahora nos parecen temas excesivamente simples. Pero es que entonces pedir esto estaba prohibido y las hostias en comisaría eran épicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario