Huesca se ha creído que vivir cerca de Zaragoza es negativo, y se fue equivocando hasta que poco a poco, muy poco a poco, sabe ya que su posición es un activo. Zaragoza no se come a nadie, si acaso a sí misma. En cambio Huesca es el contrapunto. Incluso en los odios es el contrapunto que debemos convencer entre todos.
La mitad de mi familia viene de Huesca, la otra mitad de Soria, ciudades ambas que se asemejan e incluso se complementan en un Aragón más grande. Que se parecen incluso. ¿Por qué no aspirar a que Soria y Salou sean aragoneses? ¿Y porqué no Murcia?
El día que tengamos tiempos nos haremos desde Zaragoza más amigos de Soria y de Huesca, ahora que ser amigos cotiza a la baja. ¿Alguien se imagina un Cercanías cada media hora entre Zaragoza y Huesca, con paradas rápidas en media docena de barrios estratégicos de Zaragoza? ¿Lo querrían los de Huesca?
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