En realidad era un sistema de control sanitario de entrada de productos que iban dirigidos a los mercados y a la población, y por los que se tenían que pagar unos impuestos. Solo funcionaban de día, de sol a sol, y no eran muy exactos en sus cometidos, y una forma bastante irregular de controlar lo que entraba en las ciudades.
Nota.: Nuestro agradecimiento a todxs lxs zaragozanxs que conservan imágenes de este tipo, pues de ellos será el mundo del recuerdo perdido. El de esa Zaragoza que ya no existe, pero que es muy bello conocer.
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