Parece imposible creer que el propio Ayuntamiento de Zaragoza se considere incapaz de ordenar a FCC —que es la empresa que debe hacerlo— para que realice un plan especial de poda en los árboles de Zaragoza, aunque siga aumentando la caída de ramas y árboles en la ciudad. Incluso admitiendo que este lunes los bomberos tuvieron que realizar hasta 12 salidas por este tema. Hablo de triste incapacidad legal del Ayuntamiento como entidad de gestión global de la ciudad.
FCC rechaza la ampliación de contrato de mantenimiento de parques y jardines por un año más, así como un aumento de hasta 1,4 millones de euros (530.000 euros añadidos) para reforzar el mantenimiento de los árboles de Zaragoza. Buscan más, mucho más. O no busca nada. Y el Ayuntamiento está como siempre, con las manos atadas. ¿Incapacidad? ¿chulería? ¿presiones increíbles?
En este diciembre de 2017 termina el contrato de Zaragoza con FCC y la idea de los gestores actuales del Ayuntamiento es internalizar el servicio, para que a partir de este 2018 lo realice el propio Ayuntamiento de Zaragoza. Pero la mayoría de los partidos de la oposición (todos menos CHA) se niegan a esto, y prefieren que salga a concurso para dárselo a otra empresa. Si se presenta alguna.
Es decir, volvemos a un asunto que como otros varios de la ciudad, terminará enquistado para joder a los actuales dirigentes con sus juegos de zancadillas, y sus incapacidades para negociar. Tanto montan, montan tanto…, los truhanes de cartas marcadas como los incapaces de libro.
Y los que seguirán sufriendo serán los ciudadanos de Zaragoza, incapaces de poder hacer nada que no sea sortear las ramas y sus peligros. Que unos gestores sean incapaces podría entrar en mis planes mentales, pero que una ciudad sea incapaz ya no me entra. Y si es así, debería cambiarse la ley.
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