También en el barrio de Casablanca de Zaragoza hay pingüinos, como debe ser además. Llegado el otoño, enseguida nos llegarán los fríos del invierno y hay que estar preparado para todo. Es el cambio climático.
Este pingüino ya está tuneado en su propia pared, pero yo he evitado que se vea ese añadido poco gracioso del gracioso. Un pingüino debe ser eso, un pingüino y no un soso vestido de pingüino.
¿Que no lo entienden? Es que algún escaso de tiempo ocupado…, le ha puesto un pene al pobre animal. Y lo he visto incómodo con pene.
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