El neomudéjar, el mudéjar creado fuera de su tiempo, sigue mostrando las grandes posibilidades de este estilo arquitectónico que en Aragón nos dejó históricamente enormes ejemplos maravillosos de edificios que todavía se conservan.
Este balcón es de un edificio zaragozano, en la plaza de Salamero, y un claro ejemplo del uso del ladrillo y de sus posibilidades de crear dibujos y figuras, como si de píxeles se tratara sobre las hojas en blanco de los edificios en construcción.
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