21.1.24
La Torre Nueva de Zaragoza y sus inclinaciones
La inclinación de la Torre Nueva de Zaragoza acabó con ella. Y también la torpeza de algunos dirigentes municipales. pero en realidad la Torre Nueva no les pertenecía a los que entonces decidían, sino también a todos los que hemos ido llegando con posterioridad. Y a los que llegarán.
Por eso las decisiones urbanas de grandes monumentos hay que tomarlas con suma reflexión y cuidado. Hoy sería impensable si existiera, derribarla. Pero entonces a finales del siglo XIX se decidió demolerla, incluso tras quitarle unos años antes la parte más alta, para prevenir problemas retirando peso.
Su inclinación o desviación respecto a la vertical era de casi tres metros entre la base y la parte más alta, pero las cimentaciones, que fueron las responsables desde poco tiempo después de finalizar las obras, aguantaban muy bien. Desde el siglo XVI ya estaba inclinada.
En 1878 la torre fue desmochada, retirándole su triple chapitel. En 1892 el ayuntamiento decidió demolerla, justificando la decisión por la inclinación y la presunta ruina de la obra. La decisión contó con la oposición de muchos intelectuales y de parte de la población, pero los esfuerzos por salvarla fueron en vano.
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