Estampita de la Virgen del Pilar, como escapulario

En las años 40, 50 y 60 del siglo XX era normal que muchas personas en España llevaran colgando del pecho y dentro de su ropa interior lo que se denominaba "escapularios" con santos o vírgenes dentro de bolsitas de plástico, pues entonces no existía el plastificado, y colgado del cuello con un cordel. 

Las personas con alto poder adquisitivos llevaban y llevan medallas de oro que hacen la misma función de creencia y fe.

Los escapularios eran una manera muy poco higiénica de ir con el pecho pegado a un impreso, aunque fuera de un santo o una virgen de su devoción. 

Y era también habitual que se produjeran repartos de estampitas con santos en las iglesias, colegios, incluso en la calle, como un ejercicio de ampliación de la religión.

En la actualidad todavía hay personas que llevan escapularios aunque ya no son de impresos metidos en bolsas de plástico, sino de otros materiales, y en realidad las medallas son la misma forma de lo mismo.

Esta que vemos arriba es una estampa de la Virgen del Pilar de aquellos años, religiosamente encerrados en parte en el Rosario diario de las 5 de la tarde. 

La religión era la manera más sencilla de entender el hambre y la España a la que no querían en Europa. Y era mejor estar pegados a la religión de las estampitas, que a la verdad.