Los datos sobre la juventud en Aragón, en Zaragoza y su incapacidad para encontrar un futuro normal en el empleo, de poderse independizar, emancipar de su familia…, son MUY preocupantes. La Crisis del COVID está castigando de distinta forma a los diferentes segmentos sociales, matando a los mayores, dejando sin futuro ni trabajo a los jóvenes. No todo es asunto de Sanidad pero mezclamos todo dentro de nuestra incapacidad para resolver.
Veníamos en el 2019 de una crisis eterna comenzada en el 2008 y muy mal resuelta como admitimos todos. A esa y en este 2020 hay que añadir otros 7.200 jóvenes aragoneses de entre 16 a 30 años, sin empleo. Y si eso es malo, peor es el frenazo que supone en el desarrollo normalizado de cualquier sociedad. Esos jóvenes de hoy lo tendrán muy complicado poderse reenganchar.
Entre los menores de 30 años el desempleo es brutal con una tasa de actividad inferior al 52% y con formas de trabajo que asombran a sus padres y asustan a sus abuelos. ¿En serio criticamos los años 80 y en el 2020 tenemos estas formas de trabajar, estos tipos de contrato? ¿Existen los sindicatos?
Nada hay mejor para encender las hogueras que tener un 29% de pobres entre los jóvenes aragoneses. Cuidado con los peligros.
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