El edificio de La Zuda fue el Alcázar del Gobierno musulmán de la ciudad durante los años 714 a l 1065. La Zuda (del árabe sudda, "fortaleza fortificada") fue el primer alcázar musulmán de Saraqusta y la sede del gobierno desde la conquista en 714 hasta mediados del siglo XI, estaba dentro de las murallas de la ciudad, pegada al río Ebro y construida sobre una de las torres de la muralla romana.
Como residencia fortificada del gobernador (walī) de Saraqusta y sede administrativa y militar del gobierno fue levantada por el gobernador Abdel-Aben-Aire en 918, aunque probablemente aprovechó estructuras anteriores de la época romana.
Como Alcázar-fortaleza e edificio tenía una función defensiva y de control urbano. Cuando Saraqusta se convirtió en reino taifa independiente (1018), el edificio de la Zuda siguió siendo la residencia oficial de invierno de los reyes taifas, y era el lugar donde se desarrollaba la vida política y administrativa del reino además de servir como residencia urbana del gobernador musulmán dentro de la ciudad amurallada. Desde allí se gobernaba el día a día del reino
En cambio el palacio de la Aljafería era más bien un Palacio de Recreo del final de la presencia de los musulmanes en Zaragoza, entre los años 1065 a 1118. La Aljafería (Qasr al-Yafariyya, "Palacio de Yafar", o Qasr al-Surur, "Palacio de la Alegría") fue construida por Abu Yaafar Ahmad ibn Sulaymán, el rey Al-Muqtadir, entre 1065 y 1081.
En cambio el palacio de la Aljafería era más bien un Palacio de Recreo del final de la presencia de los musulmanes en Zaragoza, entre los años 1065 a 1118. La Aljafería (Qasr al-Yafariyya, "Palacio de Yafar", o Qasr al-Surur, "Palacio de la Alegría") fue construida por Abu Yaafar Ahmad ibn Sulaymán, el rey Al-Muqtadir, entre 1065 y 1081.
Construida a extramuros, a las afueras de la ciudad amurallada, cerca del río Ebro, al este de la explanada militar (al-musara) en donde se asentaba un cuartel militar. Era un palacio de recreo y descanso del rey, un espacio alejado de las obligaciones gubernamentales, un palacio lujoso rodeado de huertas, jardines, cultivos y bosques. Al-Muqtadir mandó construir la Aljafería como lugar de descanso y retiro lejos del bullicio de la Zuda y la ciudad y como símbolo del poder alcanzado por la Taifa de Saraqusta tras la victoria de Barbastro.
Un clásico palacio de placer para disfrutar de la naturaleza y las artes, siguiendo la tradición de los palacios omeyas del desierto sirio-jordano (Qasr al-Hayr, Mushatta, etc.)
Diferencias Funcionales entre ambos edificios son claros. En su período de uso durante los años 714-1118 como alcázar musulmán en el caso de La Zuda, y entre los años 1065-1118 de la época musulmana en el caso de la Aljafería.
Diferencias Funcionales entre ambos edificios son claros. En su período de uso durante los años 714-1118 como alcázar musulmán en el caso de La Zuda, y entre los años 1065-1118 de la época musulmana en el caso de la Aljafería.
En el caso de La Zuda se encontraba dentro de la ciudad, Intramuros, pegada a muralla y río, mientras que en el caso de la Aljafería estaba a extramuros y alejada de la ciudad, mucho más sencillo de poderla defender en casi de ataque. La Zuda era principalmente la sede del gobierno y administración militar y político, mientras que la Aljafería como palacio de recreo y descanso con usos lúdicos y culturales.
En el primer caso era la residencia oficial de invierno del rey taifa, y en el segundo caso la residencia de verano o de retiro. Durante los años 1065 a 1118 (53 años) se utilizaron ambos edificios en funciones complementarias.
En los años en que coexistieron en La Zuda seguía siendo la sede oficial del gobierno y el lugar donde el rey desarrollaba sus funciones políticas y administrativas diarias, y la Aljafería era el retiro placentero donde el rey se alejaba de las responsabilidades para disfrutar de la naturaleza, las artes, la música y la filosofía.
En los años en que coexistieron en La Zuda seguía siendo la sede oficial del gobierno y el lugar donde el rey desarrollaba sus funciones políticas y administrativas diarias, y la Aljafería era el retiro placentero donde el rey se alejaba de las responsabilidades para disfrutar de la naturaleza, las artes, la música y la filosofía.
Esta dualidad funcional era común en el mundo islámico. Durante el reinado de Al-Muqtadir y su hijo Al-Mutamán, el palacio de la Aljafería se convirtió en un importante centro intelectual. Acogía a filósofos, matemáticos, astrónomos, poetas y artistas. El famoso filósofo Avempace (Ibn Bāŷŷa) vivió y trabajó allí.
Era el símbolo del esplendor cultural de la Taifa de Saraqusta. Cuando Alfonso I el Batallador conquistó Zaragoza el 18 de diciembre de 1118, la primera plaza que tomó fue el Torreón de la Zuda, simbolizando así la toma del poder.

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