14.4.25

La zaragozana Santa Isabel de Portugal


Resulta encantador y sorprendente el gran número de esculturas de personas reales o no, que tenemos en cada una de nuestras ciudades en esculturas como homenaje y recuerdo. Muchas de ellas estarán dedicadas además de a personas que hicieron algo por su propia ciudad, a santas o santos y a alguna Virgen, pero no todas estas esculturas son bien conocidas por los habitantes de la ciudad.

En Zaragoza tenemos ejemplos de ello en varios lugares. Os pongo una imagen que decora la parte alta de la fachada de El Pilar, en el frente hacia la calle Alfonso, de una zaragozana ilustre que pronto se tuvo que ir de Zaragoza. Nació en el Palacio de la Aljafería, en donde su habitación de nacimiento recuerda este hecho con una placa.

Parece una mujer que lleva una bandeja de flores, es Santa Isabel de Portugal y de Aragón, pues aunque era hija del rey Pedro III de Aragón, cambió su nombre al casarse con el rey Dionisio I de Portugal con 11 años de edad. Jopetas.

Cuentan que Santa Isabel daba a menudo monedas del Tesoro Real a los pobres o enfermos que veía por la calle para que pudieran comprarse pan cada día. El Rey Dionisio I de Portugal sospechaba de esto, y comenzó a vigilarla. 

Cuentan también que cuando un día la Reina Isabel se dispuso a dar monedas a los pobres por la calle, el rey portugués enfurecido, fue a reclamarle la bandeja donde conservaba las monedas que repartía. Algo sucedió, pues cuando el Rey le pidió que le enseñara lo que daba a los pobres, las monedas se habían convertido en rosas.

Por eso aparece en la estatua de El Pilar con una bandeja de tela llena de rosas. Parece ser que esta zaragozana y durante su reinado ordenó construir hospitales, escuelas gratuitas y refugios para huérfanos y ordenó la construcción de un buen número de conventos.

Cuando enviudó del Rey de Portugal entro a un convento de las clarisas, pero sin profesar en la orden para poder seguir gestionando su fortuna entre los más necesitadas.